Amable lector; ayer le presentaba la primera parte de esta
interesante charla que tuve con una mujer dedicada a la profesión más antigua
del mundo. La prostitución. Si no la vio, vaya a: www.aquiestaelbastonazo.blogspot.com,
para que sepa de lo que hablamos. Esta, es la segunda parte de la entrevista,
donde me platica, nos platica a todos, entre otras cosas, cómo hombres del
poder político y supuestos hombres de moral y buenos principios, han pasado por
sus brazos y disfrutado de las bondades que ofrece su cuerpo desnudo. Advierto
que esta columna tiene lenguaje soez y descripciones no aptas para menores.
Tome sus precausiones.
ASÍ INICIA
Bastonazo: “Los defensores de la moral las califican de
sucias y de ser un lastre para la sociedad. ¿Cómo te calificas tú?”
Prostituta: “Ojalá todas las mujeres fueran tan limpias como
una de nosotras, que sin condón, nomás no aceptamos nada con nadie y que nos
bañamos después de cada relación. Además, Yo podría señalarte a varios hombres
de la moral que vienen a visitarme muy constantemente”.
Bastonazo: “¿Políticos?”
Prostituta: “Políticos, activistas, empresarios, curas,
pastores, abogados, maestros… Un sinfín de gente que allá afuera da una cara
pero acá adentrito sacan el que llevan dentro. Vienen conmigo para hacer lo que
no pueden hacer con la esposa. Dicen que la vieja no les hace esto, no les hace
aquello y pues vienen aquí a saciarse por completo. Realmente, este negocio no
sería nada sin las mujeres recatadas”.
Bastonazo: “¿Como qué? ¿Cuáles son esas cosas que te piden los
hombres y que sus mujeres no quieren hacerles?”
Prostituta: “¡No seas cabrón Bastonazo! ¿Estás seguro de que
vas a publicar esto?”
Bastonazo: ¡Por supuesto! Estoy haciendo un trabajo serio.
¿No? ¡Además estás hablando con EL BASTONAZO no se te olvide! Yo me atrevo a
hablar y preguntar de todo y lo publico tal cuál”.
Prostituta: “¡A toda madre cabrón! Entonces ahí te va. Me
piden desde sexo oral hasta las cosas que tú no puedes imaginarte y por las
cuáles, obviamente, se pide todavía más dinero. Tú me dices que los de la moral
nos apuntan como sucias, pero a veces, esas mismas personas con todo y su moral
piden cosas que un cabrón cualquiera no te pediría. Un cliente normal te pide
un paliacate, a lo mejor por detrás, y unas mamadas de pito al empezar. En
cambio, un santito de aquellos… ¡Dios guarde la hora! Una vez un disque pastor
de no sé qué pinche religión de esas locas, me pidió que cabalgara sobre Él
mientras me asotaba con un cable. Le dije que se fuera a asotar a su chingada
madre. Otra vez, otro cabrón quería inyectarme no sé qué madres, que disque
para que nos supiera mejor el sexo. Lo mandé a la chingada. Luego un pinche
loco quería que, mientras cogíamos, le apretara el pescuezo. ¡Que disque porque
estar cerca de la muerte al coger era excitante! ¿Te imaginas si no estaba
poseído el cabrón? O como aquel cura que casi se muere nomás por una mamadita
que le di. ¡Y te estoy hablando de gente conocida dentro de la clase política y
religiosa Bastonazo!”
Bastonazo: Y hablando de eso… ¿Alguna vez fuiste o eres la
prostituta personal de algún hombre de poder?”
Prostituta: ¡Se ve que te gusta entrarle al terreno de los
chingadazos! ¿Verdad?” (Me eché una carcajada) “Pues sí, y como ya te estoy
conociendo, de una vez y antes que me preguntes voy a contarte algunas de las
aventuras que tuve con Él, pero sin nombres porque ya sé que sí eres capaz de publicarlo”.
Al fin sí me dijo de quién había sido prostituta personal,
pero fuera de entrevista, por lo que no puedo publicarlo. Pero… ¿Le gustaría
saber qué más me dijo aquella mujer? ¿Quiere que le describa lo que Ella me
describió? ¿Qué tal si le cuento a dónde la llevaba ese hombre de poder? Pues
todo eso, amable lector, lo dejaremos para el viernes. Cuando vuelva a publicar
la parte que nos falta de esta entrevista.
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