martes, 31 de enero de 2012

EL BASTONAZO Y LA PROSTITUTA, PARTE I.

De buenas a primeras y leyendo de
nuevo la novela LA DAMA DE LAS CAMELIAS, drama sobre prostitutas francesas en
el siglo XIX, se me ocurrió entrevistar a una de ellas acá en VALLARTA. La
pregunta era: ¿Cómo puede alguien que no tiene experiencia en buscarlas
encontrar una? Así que recurrí a uno de sus más asiduos visitantes.

Me había contado mi abuelita que
en punto de las doce de la media noche, justo a la última campanada del reloj,
el diablo se soltaba de sus cadenas y deambulaba por las calles haciendo y
deshaciendo a su antojo. Así que, esperé hasta que el reloj dio las doce y,
acompañado de un amigo a quien agradezco su colaboración para esta entrevista,
salí a buscarlo. Lo encontré en un bar, vestido de ropas cortas y ajustadas y
con unos tacones puestos. Lo encontré, metido en un cuerpo de mujer madura de
cuarenta y tantos, y sus primeras palabras al darse cuenta de que no podía
verlo fueron estas: “¿Qué hace EL BASTONAZO por acá? ¿Te gustaría conocer mi
cuerpo de todo a todo?” Hago de lo que pidas mijo. Tú mandas y Yo obedezco”. A
lo que con una sonrisa le respondí:
“Vengo, más bien, a conocer tu lado humano. ¿Qué me dices?”

Debo reconocer que, con todo y
mis buenas intenciones, y aún después de haberle asegurado que ni su foto ni su
nombre serían publicados, me costó mucho trabajo convencerla de darme la
entrevista. Tanto que al final no accedió. “Pues como no quieres darme un
bastonazo, con permiso, me voy a trabajar”. Mi amigo y Yo, nos tomamos una
cerveza y después, nos fuimos del lugar. Íbamos saliendo, cuando una mano se
asió de mi brazo. Mi amigo, con más experiencia en estos menesteres, se volvió
y le dijo: “Él está aquí por otra cosa reina”. Ella, sin soltarme, me dijo: “La
idea de la entrevista no es mala. Nunca había sabido de un periodista que se
acercara a nosotras para conocer el lado humano que tenemos. Bastonazo, Yo sí
te doy la entrevista. Ahorita no porque estoy trabajando pero los espero mañana
en mi casa. ¿Qué dices?”

Y fue así como, finalmente, pude
hallar una prostituta que se atreviera a abrirse conmigo para hablar de Ella.
De la mujer; del ser humano que, aún las llamadas “mujerzuelas” llevan dentro. Al
siguiente día, llegué como a eso de las cuatro de la tarde, justo cuando Ella
acababa de despertarse y esta, es la entrevista que le hice.

BASTONAZO: ¿Cómo fue que llegaste
a dedicarte a esto?

Prostituta: “Cuando tenía veinte
años. En aquel tiempo no entendía ni sabía lo que ahora sé: Que el hecho de no
haber podido convivir con un hombre no significa, como muchas mujeres creen hoy
en día, que hemos fracasado como seres humanos. Yo estaba destrozada. El chavo
que más quería me había dejado por otra mucho mayor que Yo pero esa es otra
historia de la que no quiero hablar. No hallaba chamba y tenía un bebé qué
mantener. Nunca pude hacer que aquel me diera nada para mantenerlo. Entonces
una amiga me dijo que para darle en la madre me hiciera prostituta. Me dijo
que, para un hombre, no había cosa peor que haber andado con una puta. Sus
amigos se burlarían de Él toda la vida y así me vengaría. Un consejo muy
pendejo, sí, pero más pendeja fue aquella que lo aceptó y que ahora habla
contigo. Pero cuando me di cuenta de que había metido las cuatro, a mí ya me
habían metido como mil, así que ya no había vuelta. O sea, sin hacerla más
larga, me metí de puta por despecho.

BASTONAZO: “¿Y qué pasó?

Prostituta: “Nada, que después me
quitaron al niño por puta. Pero no hice nada por recuperarlo porque pensé: ¿Qué
vida llevaría conmigo? Al menos donde está le dan de comer todos los días y
vive bien hasta ahora”.

Bastonazo: Volvamos al asunto del
inicio de tu carrera. Hacerlo por placer es rico y excitante pero… ¿Qué sentiste
cuando tuviste qué hacerlo por dinero?

Prostituta: La primera fue
difícil. Tú sabes, el miedo, el asco de que cualquiera te lo haga y sin ganas.
Pero con el tiempo te vas amoldando. Hasta aprendes a hacerles creer que te
excitan. A veces sigue siendo difícil aunque, para decirte la verdad, hay veces
que los cabrones son guapos y pues uno también es mujer y se excita de a de veras.
Y si todavía me pagan… ¡Cuánto que mejor”!

Y hasta ahí le dejamos por hoy
pero mañana, en este mismo espacio, Ella nos contará cómo algunos poderosos han
pasado por su cuerpo y mucho más sobre este mundo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario