viernes, 10 de julio de 2015

LA APUESTA: COLUMNA IRREVERENTE Y ATREVIDA

Ayer, justo cuando durante la comida iba en el séptimo taco de asada
(sí, como tacos como una bestia lo reconozco) un amigo me pidió que le
respondiera lo siguiente: "Nosotros los que vemos seleccionamos a las
chicas con las que nos gustaría tener sexo por su físico; pero no
puedo imaginar cómo lo harías Tú. ¿A ti cómo te gustan las mujeres?
¿Qué es lo que buscas en ellas?" Entonces, debido a que había mujeres
presentes me pregunté: ¿Lo digo o no lo digo? ¿Y qué creen?... ¡Lo
dije!

Todos esperaban mi respuesta, sabiendo de antemano la forma en que
suelo responder. Y es que nací desvergonzado y nada se pudo hacer en
mi niñez para remediarlo. Así, pues, me dispuse a iniciar mi charla
sobre sexo. "primero que nada", dije a mi amigo, "debo explicarte que
los ciegos, al no ser visuales somos sensacionales. Es decir, nos
dejamos llevar por las sensaciones más que por otra cosa. En ese
tenor, las palitracas a mí no me llaman la atención y esto sucede
desde que las saludo. Siento que estoy saludando a un esqueleto o a
una momia. La cosa empeora cuando decidimos llevarlas a la cama porque
cuando uno cabalga sobre ellas pareciera que lo hace sobre una tabla o
una patineta, y no sobre una mujer. Cierto que cuando a ellas les toca
arriba son muy ágiles, pero a mí las viejas me gustan con agarraderas
y esas calacas no tienen; en cambio, las llenitas (término medio pero
más cociditas que crudas) ofrecen un placer exquisito que no cambiaría
por nada".

Las carcajadas de mis amigos no se hicieron esperar. Creo que no
esperaban mi respuesta, o al menos, no la esperaban tan sincera debido
a la presencia de las damas que, por cierto, reían como no queriendo.
Creo que a ellas sí les dio pena, aunque sinceramente pienso que no
había por qué. Pero ya habíamos empezado, así que otro insistió: "Esas
muñequitas a las que Tú llamas palitracas son bonitas, y la vista
juega un papel importante en el sexo". A lo que Yo respondí: "No
cuando no la tienes. Las barbies a mí no me interesan, aunque tampoco
lloro cuando cae una en mis redes; pero no me gustan ni me
satisfacen". Después, otro preguntó: "Oye OMAR, ¿y las gordotas? Esas
sí tienen bastantes agarraderas. ¿Qué nos dices?" Esta vez, me dispuse
a responder con más cuidado porque entre las presentes había una de
esas "gordotas", y no quería verme demasiado cruel con Ella. "Las
gordotas, mi estimado amigo, pueden dar placer y de hecho, lo dan más
que las palitracas. Cierto que hay qué ayudarles un poquito pero nada
del otro mundo. Se les ayuda y ya".

LA PROVOCACIÓN

Lo divertido vino cuando uno de estos amigos me dijo: "Te apuesto
quinientos pesos a que no publicas todo esto en tu columna". Le digo
que no me cuque pero no entiende; y mire usted, que ahorita antes de
mandarla al periódico, mi amigo, que está viendo cómo la redacto,
tiene lista su cartera para pagarme en cuanto la envíe. Puesto que
usted la está leyendo hoy, sabrá también que soy quinientos pesos más
rico que ayer. Solo me resta ofrecer disculpas a las palitracas…
Perdón, quise decir a las delgaditas, pero pues cada quién tiene sus
gustos y lo que es a mí nomás no me cuadran. Habrá otros que las
prefieran; Yo no. ¿Qué le hacemos?
elbastonazo@hotmail.com
044 322 19 1 10 89.
Facebook: Omar Arce Nolasco
Twitter: @elbastonazo

No hay comentarios:

Publicar un comentario