miércoles, 8 de julio de 2015

LAS DESVERGONZADAS MEMORIAS DE UN EXFUNCIONARIO

Todavía recuerdo aquel primero de octubre de 2012 cuando, ante la
atónita mirada de muchos empleados del ayuntamiento que esperaban ver
a NACHO GUZMÁN para conocer su situación laboral, Yo salí de sus
oficinas (las de NACHO) con una sonrisota que muchos interpretaron
como una renovación de contrato. No fue así.

Al llegar con NACHO GUZMÁN, este se apresuró a decirme que ya mis
labores habían terminado en el ayuntamiento, y que por tanto debía
buscarle por otro lado. Iba a pedirle que por favor se sacara el
chicle de la boca para hablarme, pero me acordé que así habla por
defecto. Sin inmutarme siquiera, le respondí: "No NACHO, no se
equivoque usted. No vengo a pedirle chamba, sino a que me diga cuándo
me finiquita". Luego que me dijo cuándo, y de no creerle por supuesto,
salí de allí sonriendo, bien consciente de que mi siclo había
terminado en el gobierno desde que soy PRIista de hueso colorado, y la
administración había quedado en manos de MOVIMIENTO CIUDADANO. ¿Cuál
problema?

Al salir los comentarios no se dejaron esperar. Varios compañeros se
me acercaron para preguntarme, y cuando les dije que me iba,
exclamaban con sorpresa: "¡Y lo dice con esa sonrisa!" A lo que Yo les
respondía: "Bueno, si quieren lloro; pero eso no sirve de nada.
Señores, me voy a trabajar en lo mío". Y los dejé ahí, comiéndose las
uñas mientras salía campante de la mano de mi fiel esposa quien, por
cierto, tampoco iba muy preocupada por el asunto. Ambos sabíamos que,
a pesar de la prohibición que había, Yo ya había comenzado a
aclientarme y a llevar casos desde meses atrás aunque trabajara para
el gobierno, y aunque los pocos casos que en aquel momento tenía no me
darían lo suficiente, de algún modo iba a sobrevivir porque el hombre,
por más que se diga que no, es animal como todos los animales y por
tanto, debido a su instinto de supervivencia, siempre ha de buscar no
morirse de hambre.

Por eso me desespera tanto escuchar a la gente despedida en este, y en
otros trienios. Increíblemente, piensan que no se les va a acabar y la
verdad es que en la función pública, hoy estamos, y mañana sabe DIOS;
por lo que debe haber plan B. Un plan de emergencia que nos permita
llevar el pan y la sal a nuestra familia, independientemente de que
decidamos pelear o no por los derechos que creamos tener. En el DIF,
última institución en la que trabajé antes de ser abogado
independiente, había tres viejas que me amenazaban con acusarme con la
DIRECTORA por tomar algunos casos y llevármelos por mi cuenta; pero
bastaba con que Yo las amenazara con publicar lo huevonas que eran (y
probablemente siguen siendo) para que se callaran. Luego que las
dejaba calladas, las remataba con esto: "Y recuerden: El ARCHIE no es
DIOS y puede perder. ¡Pendejas!" No es que quiera ser grosero amable
lector, pero confieso que así les dije. ¡Y sirvió! No volvieron a
molestarme, me preparé para la debacle que finalmente vino, y a mí
nadie me agarró encuerado.

Pero volviendo al tema de los despedidos, y de quienes se les termina
el contrato, desde ahorita se los digo: Las manifestaciones callejeras
no dan ningún resultado. Si van a pelear jurídicamente, muy bien; pero
mientras sus abogados se encargan de eso, ustedes deben buscar
proveerse de los recursos para vivir, y no perder el tiempo en
huelguitas de hambre como las que ya se han hecho, o en suplicarle a
algún REGIDOR para que les dé chamba. Por supuesto, también les dejo
mis medios de contacto recordándoles que soy abogado, y que puedo, si
así lo desean, llevar su asunto laboral mientras ustedes le buscan
como les aconsejo. Ustedes sabrán.
elbastonazo@hotmail.com
044 322 19 1 10 89.
Facebook: Omar Arce Nolasco.
Twitter: @elbastonazo

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