¡QUE COMIENCE EL JUEGO!

Amables lectores, es 14 de Diciembre. Ha pasado ya la fiesta de la
virgen, y nos preparamos para la época del año en que, después de
haber odiado con todas las fuerzas, de haber tenido rencores y
resentimientos y de habernos mentado la madre mil veces, la gran
mayoría de la gente quiere ser "un oasis de paz y amor". Hablo de la
navidad; siguiente parada en el hipócrita calendario social y
religioso, por cuya actuación algunos deberían recibir el OSCAR al
mejor actor dramático del año.

Y es que ya lo decía cierto filósofo: "Si alguien tiene la culpa de
que el mundo no crea en DIOS, esos son sus propios hijos". Llámense
CATÓLICOS, BAUTISTAS, SABATISTAS, PRESBITERIANOS, o cualquier rama del
cristianismo, todos juegan el mismo juego. En navidad lo perdonan todo
en honor al nacimiento de JESÚS, aunque solo sea de boca; porque en
realidad reprimen su rabia disfrazándola de oración y compasión.
Después del 7 de Enero, "el tal JESÚS" queda olvidado, y todos tienen
(o por lo menos creen tenerla), la potestad para destruirse unos a
otros hasta que llega la SEMANA SANTA; durante la cuál, los hijos de
DIOS vuelven a recordar a su CRISTO y corren a la iglesia a
purificarse de todo pecado contra su prójimo. Luego que han llorado la
crucifixión, pasado ya el DOMINGO DE RESURRECCIÓN la gente vuelve a
sus malas obras hasta que llega de nuevo la navidad, y así se la pasan
año con año, jugando al "buen cristiano" y burlándose así de su DIOS,
al que dicen venerar como el "SEÑOR DE SEÑORES". Si Yo fuera DIOS
PADRE les gritaría en la cara lo siguiente: "¡Puercos miserables!"
¿Sabe por qué?

Porque si de verdad la mayoría de la gente creyera en un DIOS
perdonador y compasivo, lo obedecería todo el año y no solo en
navidad; y si de veras todos creyeran en un DIOS que todo lo sabe,
tendrían un poquito de vergüenza y serían más auténticos. Reconocerían
que desean como regalo de navidad la desgracia de sus enemigos, y no
andarían con tanta hipocresía predicando un perdón que no sienten, ni
conocen. No sé usted, amable lector, pero Yo en navidad no me ando
golpeando el pecho, ni me reconcilio con nadie. Me gusta la navidad,
la disfruto con la familia y con todos los que quiero, pero no creo
que sea época para perdonar a nadie que en todo el año Yo no haya
perdonado. Siempre he querido al que quiero, y siempre he odiado al
que odio aunque sea navidad. Si perdono a alguien (cosa que casi nunca
sucede), lo perdono en cualquier época del año y para siempre. Lo que
es más, creo que si DIOS es justo, tomará mi comportamiento como
modelo a seguir para todos, porque soy uno de los pocos que no es
hipócrita con Él. Doy amor al que según Yo se lo merece; no siento
ganas de perdonar a mis enemigos y por eso no los perdono, ni les
envío regalos. ¡No lo merecen! Y si maldije a alguno, sostengo dicha
maldición en noche buena y viernes santo, y se los firmo donde quieran
porque al cabo Yo soy así.

No obstante, alguno de mis hipócritas enemigos me dirá: "Yo sí te
perdono esta navidad". Pues Yo le contesto: "Ese es tu problema". Como
sea, reconozco que, aunque haya algunos que piensen como Yo, no todos
se atreven a decirlo; así que… ¡Que comience el juego! Es navidad.
Contacto: elbastonazo@hotmail.com y 044 322 19 1 10 89.