miércoles, 6 de abril de 2016

CUANDO LA SECTA DESTRUYE FAMILIAS

Me alegra mucho, y además me satisface, el hecho de que tanta gente me
escriba pidiendo consejo no solamente en materia de derecho, sino de
una y mil cosas. Lejos estoy Yo de ser el más sabio de los hombres,
pero agradezco la confianza y en retribución, contribuyo al menos con
mi opinión personal. Muy a propósito de una de estas preguntas, hoy
hablaremos de uno de esos temas escabrosos que muchos gobernantes
temen. ¿Están listos?... Pues entonces sírvanse como Yo un buen café,
y síganme con cuidado:

Es bueno que en MÉXICO tengamos libertad de culto, y así cada cuál
pueda tener la religión que mejor le parezca, o de plano no tener
ninguna como su servidor; sin embargo, utilizando precisamente esta
libertad como pretexto, los gobiernos evaden la responsabilidad de
legislar contra las sectas destructivas. Conozco casos en que algunas
familias se destruyeron porque uno de los esposos abrazó una secta, y
en ella le dijeron que para obtener la salvación, su cónyuge debía
tener las mismas creencias y si no, entonces debía separarse y
buscarse una pareja entre los creyentes. Aquí en MÉXICO he conocido
esos casos en la mal llamada "LUZ DEL MUNDO", y en algunas iglesias
"CRISTIANAS PENTECOSTALES", y la verdad, pienso que es un auténtico e
indiscutible atentado contra una de las instituciones más protegidas
por el derecho como lo es la familia. En mi muy personal opinión,
debería tipificarse de forma específica en el CÓDIGO PENAL el delito
de SECTARISMO DESTRUCTIVO, y así penalizar los actos que algunas
sectas suelen cometer, tanto contra los individuos como contra las
familias enteras. Pero vamos a lo que me preguntan: ¿Qué hacer si ya
tengo el problema? ¿Qué hacer si ya mi esposo o esposa me amenazó con
que "si no vas a mi iglesia me voy a separar de ti"? ¡O peor aún! ¿Qué
hacer cuando le dicen "si no vas a mi iglesia nomás no hay nada de
nada en la nochi?

Pues mire; si ya tiene tiempo leyéndome, usted me conoce y sabe que no
me ando con rodeos; pero si es la primera vez que lo hace, entonces no
se ofenda ni se espante de que le diga las cosas tal como me van
saliendo. Yo considero que si para el que se mete a una secta las
marihuanadas de un ministro de culto son más importantes que el esposo
o la esposa, entonces hay qué abrirle las puertas de par en par para
que se vaya con Él, y si lo desea, que sea el ministro de culto quien
le ayude en sus noches calientes. ¿Yo para qué quiero una vieja que
mida y juzgue mis actos conforme a lo que le dice cualquier idiota?
¡Nunca! Y si alguno de ustedes está pasando por esos problemas, hay
qué arreglarlos con firmeza. Siendo Yo respetuoso de las creencias de
cada uno, le diría que le firmo el divorcio y que se vaya; pero eso
sí, que no se le ocurra volver. Si se va pues bueno; y si se queda ya
sabe cómo han de ser las cosas. Eso es lo que Yo haría, y creo que es
lo mejor. Ya no tengo tiempo de narrarle más casos que conozco, pero
creo que con lo que he dicho basta y sobra para vislumbrar un panorama
más o menos bueno de la problemática que se me plantea. Si desea más,
puede contratar mis servicios de consejería familiar en:
elbastonazo@hotmail.com y 044 322 19 1 10 89. Muchísimas gracias.

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