martes, 12 de julio de 2016

CUÍDESE DE LOS PRODUCTOS MILAGRO

Hoy en día no falta aquel amigo o amiga que nos recomienda un
"buenísimo producto" que, según esto, "sirve para todos los males que
uno tenga". Pero… ¿Qué hay de cierto en esos "productos milagro"?
Déjeme contarle una experiencia, y usted me dice al final. ¿Le parece?

Aquella tarde estábamos en la casa de un amigo, y llegó una de esas
mujeres que se ganan la vida vendiendo este tipo de productos; nos
habló de él, y entonces uno de los que estábamos a la mesa le
preguntó: "¿Crees que eso pueda sanarme del DIABETES?" Sin pensarlo
medio segundo, Ella, para vender más pronto, le respondió: "¡Claro que
sí!" Entonces Yo, curioso como soy y sorprendido por la rapidez y
seguridad de su respuesta, le dije a la chica: "¿Podrías explicarme
qué es la DIABETES?" Y fue ahí, amable lector, donde la puerca torció
el rabo; porque Ella se quedó callada y sin saber qué decir. Segundos
después de un pesado silencio, respondió: "Yo podría, pero primero,
todo el mundo sabe lo que es la DIABETES, y segundo, si Tú eres de los
muy poquitos que no lo sabe nuestro médico podría explicártelo mejor".

CAYÓ EN MI TRAMPA

Cualquier tonto se habría sentido humillado y se habría quedado con
eso; sin embargo, y más que nada debido a sus respuestas, para mí era
notorio que esta merolica no sabía ni jota de lo que hablaba y su
discurso, aprendido y memorizado en alguna de esas capacitaciones que
ofrecen estas empresas a sus empleados gratuitos, estaba demasiado
ensayado y mecanizado, así que le insistí: "Supongamos que no lo sé;
explícamelo". Quiso cambiar el tema, pero Yo seguí: "Mira; pienso que
si ni siquiera sabes lo que es la DIABETES, tampoco puedes saber si tu
"gran producto" puede curarla. Comunícame con tu médico, y tal vez Él
sí pueda explicarme no solo qué es, sino por qué tu producto puede
hacer lo que la medicina no ha podido". La chica se levantó, y solo
pudo decir: "Mejor vengo luego, cuando no haya incrédulos".

En este mundo hasta la fe debe ser inteligente amable lector; aquí
todos andan tras nuestro tiempo y tras nuestro dinero, y no hay nada
malo en eso cuando lo que nos venden es bueno, pero el problema viene
cuando lo que nos venden es una mentira y es que no existe producto
que sea bueno para todo. Si la chica hubiera sido honesta, me habría
dicho: "No sé si cura la DIABETES, pero podemos investigar en la
empresa, o llamar al médico; pero en vez de eso, se puso sabrosa y
quiso tratarme como a un ignorante con tal de meterle a aquel infeliz
el producto que venía vendiendo y que por cierto, no costaba tres
pesos como para sacarlos de la bolsa sin pensar. A mí me sorprende
mucho que la gente se tome cualquier cosa nomás porque le dijeron que
era bueno, que ayuda a adelgazar rápidamente, o que incluso hasta cura
el cáncer, sin mandarlo analizar ni nada. ¿Cómo saben qué es lo que
realmente les están metiendo? ¿Ustedes creen que si el producto fuera
tan milagroso se los anduvieran vendiendo por la calle? ¡Échenle coco
y no se dejen estafar de ese modo! Al rato se enferman de otra cosa
por andar tomando esas porquerías, y entonces sí quieren que la
medicina los salve. No es regaño, pero pónganse más vivos a la hora de
sacar el dinero de la cartera. Contacto: elbastonazo@hotmail.com y 044
322 19 1 10 89.

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