MIS ESTIMADAS FÉMINAS; ¿ASÍ QUE “NI UNA MÁS”?

El pasado sábado se llevaron a cabo manifestaciones para pedir a
nuestros gobernantes que paren los asesinatos de mujeres (como si
hubiera muchos) y también, seguridad para todos los vallartenses. Yo
estoy de acuerdo que ninguna de nuestras hermosas y trabajadoras féminas
vallartenses debe morir; pero… ¿Saben por quién deberíamos empezar
cuando hablamos del "ni una más"?

Si no es feminista, mandilón, un estúpido caballero telenovelesco o las
tres, habrá adivinado. Debemos empezar por las mismas mujeres, su falta
de cordura y de prudencia. Yo no sé si haya sido el caso de Daniela ni
estoy asegurando nada; solo hablo del tema en general y estoy más que
convencido de que hoy en día las mujeres se acercan a cualquiera, le
platican a cualquiera, se suben y hasta se meten con cualquiera con el
pretexto de que "los derechos de la mujer son los mismos que los del
varón". ¡Y dígales algo para que vea! Luego le salen a uno con que
"piensas así porque eres un machista" o "un patán" y cosas por el
estilo; pero la verdad, aunque sí soy machista y me vale mangos siete
mil veces si a las mujeres les parece o no, duélale a quien le duela
incluyendo a las locas y escandalosas fans de la amargada y despechada
Paquita la del Barrio y de la prostituta de Jenni Rivera, algunas de las
tragedias que a las mujeres les suceden, y que son lamentables por
supuesto, son por andar de varetas y nalgas prontas, olvidándose de
darse a respetar. ¡No se enoje! Si es mujer, póngase a pensar que sea
como sea, su condición de mujer la hace vulnerable a los ataques de
cualquier loco, lo busque o no lo busque. Sabiendo todo esto, todavía
las chicas de hoy van a fiestas y se empedan hasta perderse; le dan su
nombre, dirección y teléfono (además de otras cosillas) al primero que
se los pide, conocen a cualquier hijo de vecino y ya quieren irse a
vivir con Él y para colmo de males, cuando no las violan o las matan esa
misma noche, al paso del tiempo el novio o concubino comienza a
violentarlas y ellas no lo denuncian porque "tienen la esperanza de que
un día cambie". Como sea, al final acaban muertas o muy violentadas y
entonces sí, hay que pedirle seguridad al Gobierno y salgamos a gritar
hasta que se nos acomoden las hormonas. ¡Hágame usted el favor!

¿Así que ni una más? Pues bien, va mi consejo a ver si les parece o me
acusan de misógino, que la verdad me da igual. Yo creo que ya es tiempo
de que vayamos entendiendo; una sociedad tan convulsionada como la
nuestra ya no nos permite el lujo de hacer berrinches como lo hacen las
mujeres cada vez que quieren hacer su santa voluntad. El Gobierno nunca
va a cuidarlas, si no se cuidan ustedes, por más marchas, por más gritos
y sombrerazos que den en ellas y por más feministas que salgan a
desgarrarse los calzones exigiendo justicia, los atentados contra
ustedes seguirán dándose y con mayor intensidad. Cuídense, dense a
respetar un poquito y compórtense como verdaderas mujeres; pero si mi
consejo les incomoda, entonces sigan como van. Luego no se quejen.
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