jueves, 9 de noviembre de 2017

¡VAYAN AL CARAJO CIEN VECES!

La actitud demagoga y paternalista de nuestros políticos está formando
una generación de idiotas irresponsables. Nos hemos convertido, léame
usted bien, en "el país de todos los derechos" y esto lo digo con
burla y sarcasmo. Le explico:

Hoy en día, aunque solo en lo que le conviene, el Gobierno quiere ser
"padre" y "salvador" de la nación; así que toma acciones dizque para
cuidarnos, olvidándose, o tal vez haciéndose tarugos para que el
pueblo no lo reconozca, que muchos de nuestros males son causa de
nuestra propia irresponsabilidad. Suben el precio de la coca, la
cerveza y el cigarro, pensando que ya por eso el mexicano no los va a
comprar y así, papá Gobierno está evitando la obesidad, el alcoholismo
y el cáncer. Luego el pueblo sigue comprando estas cosas y la
Secretaría de Salud tiene que inventarse un programa más para poder
dar atención a los gordotes, los cirrosos y los que se andan muriendo
de cáncer. ¿Pero por qué gastar el presupuesto de este modo? El que
toma coca, come tacos y tortas y le entra al pan como Yo, sabe que va
a engordar; el que fuma sabe que esto le puede causar cáncer; el que
toma sabe que le puede venir una cirrosis. No entiendo por qué, si uno
se lo busca, el Gobierno tiene que inventarse un gasto del que no es
responsable. ¿Me capta la idea?

Lo mismo pasa con las melolengas adolescentes; y con los retardados
jovencitos de secundaria; se les habla hasta el cansancio sobre
métodos anticonceptivos, se les regalan los condones (cosa que pienso
que no está bien porque a cada quién le deben costar sus aventuras) y
se les informa de una manera que antes no se veía en ninguna parte;
sin embargo, no bien quedan panzonas las niñas, el Gobierno les ofrece
una ayuda para que acaben sus estudios. ¿Y por qué? ¿Acaso el país
tiene la culpa de su irresponsabilidad como para que los impuestos se
destinen a pagar su ineptitud? ¡Pues por supuesto que no! Pero dígales
algo y verá cómo el Instituto de la Vieja, y las huevonas y fodongas
feministas lo tachan de "machista". Conmigo ya lo han hecho pero la
misma se sacan, porque cuando digo algo ya sé lo que viene después y
la verdad, la opinión de las feministas es para mí como excremento en
el suelo.

En resumen, nos estamos convirtiendo en un país en el que, si a alguno
se le jode la mano con la que cuando va al baño se limpia el agujero,
este exige que el Gobierno venga a limpiárselo. ¿Quién tiene la culpa?
Estos demagogos y su estúpida forma de pensar en la que "todos tenemos
derechos y todos estos derechos son fundamentales por ser derechos
humanos". ¡Y todo por ganar el voto! ¡Vayan al carajo cien veces!
Contacto: 044 322 191 10 89

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