¿Lo han despedido de la empresa con una patada en el trasero después de muchos años de empeño amable lector? ¿Lo dejaron sus patrones chiflando en la loma en el momento menos esperado? Pues esta historia se repite con frecuencia en todo el mundo y el cierre definitivo del diario Tribuna de la Bahía es el ejemplo perfecto de lo que digo. ¡Y no es burla! Sé que resulta lamentable para los empleados que dependían de esa fuente de trabajo, pero no porque sea ilegal, sino por el momento en el que se da y es que nadie quiere quedarse sin su fuente de ingresos justo en navidad. Sin embargo, lo rescatable de esta situación es que nos deja la misma lección de siempre: Depender de un patrón y de la fuente de trabajo que se ofrece, es lo peor que puede hacerse en la vida.
Es increíble, amable lector, que aunque vemos estas historias todos los días, sigamos pensando que la seguridad económica la da un trabajo. Es verdaderamente necio y estúpido que las universidades sigan enseñando que debemos estudiar y sacar buenos promedios para que las empresas nos contraten, y que en vez de formar emprendedores, las casas de estudio estén formando más esclavos. La primera vez que lo dije hubo gente que me reprendió diciendo: "¿Cómo que en el trabajo no hay seguridad? ¿Pues usted a qué se dedica?" "Soy abogado" les contestaba, y ellos replicaban: "Entonces usted también trabaja". "Sí, pero para mí y no para un patrón que podría despedirme en cualquier momento y dejarme con mis gastos, planes a futuro, deudas y una familia a la cuál darle de comer". Sé bien lo difícil que es asimilar estas cosas, pero piénsele y verá que no podemos fundar nuestra seguridad en el trabajo, porque simple y sencillamente el empresario es el dueño de la fuente; y el día en que el empresario ya no quiera o no pueda sostenerla nos dirán "adiós" sin más ni más, como ha sucedido con el personal del Tribuna.
"Pero Omar, ¿nos estás diciendo que dejemos todos de trabajar para alguien más? ¡Pues se va a parar el mundo!" Pero no, Yo no digo que no trabajemos para otro, sino que además de trabajar para otro busquemos formas de ganar el dinero por nuestra cuenta. Qué bien se sentirían los reporteros y todo el personal del periódico en cuestión si al darles la noticia tuvieran la seguridad de que tienen una fuente de ingresos extra que les permitirá vivir. ¿Verdad? Sin embargo, puedo adivinar que casi todos ellos dependían únicamente del diario. ¿Cuál es la consecuencia? Una navidad tormentosa, unas fiestas algo amargas y una próxima cuesta de enero por enfrentar… ¡Sin ingresos!
Lo peor de todo es que Radiante FM, que también pertenece a don Fernando González Corona, está muy descuidada en sus contenidos, tanto en música como en noticias y además, es más aburrida que una reunión de intelectuales. Los del noticiero duermen a la gente y en cuanto a la programación, por allá por febrero me puse a oír uno de sus programas. Creo que se llamaba Los Reyes de las Olas, por lo que creí que se hablaría de temas más interesantes. Lo que oí en cambio me dio muchísima risa porque andaban en la Plaza del Pitillal entrevistando a los vendedores. Seguramente ahí se forman unas olotas… Pero a lo que voy es que una estación así nunca será negocio, y lo que no es inversión es gasto; por lo que de seguir así, correrá la misma suerte que el periódico y dejarán a los empleados con un palmo de narices. Al tiempo nomás.
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