lunes, 25 de mayo de 2020

¿POR QUÉ LOS MORMONES NO TOMAN CAFÉ?

Amable lector, le voy a contar una historia: Había en el continente africano, específicamente en un país que ahora se llama Etiopía, un pastorcillo que un día descubrió que sus cabras se le alocaban (así como Enrique Alfaro en pandemia) al comer los frutos rojos de cierto arbusto y además, también se les tonificaba la piel. De curioso, a este pastor se le ocurrió que Él también podía probar, y al hacerlo, sintió que sus fuerzas le aumentaban. Llevó el fruto al monasterio del lugar y contó todo a los monjes quienes le dijeron: "Nosotros ya habíamos descubierto los efectos que tiene, pero no lo habíamos divulgado al pueblo".  Este fruto del que le hablo se llama Café; delicioso y aromático placer mío y de muchos por la mañana, y que sin embargo, estuvo a punto de ser desechado porque los monjes primero lo probaron cocinando los granos con agua; pero al servir el brebaje les supo tan feo que decidieron echar los frutos al fuego para que se quemaran como las brujas cuando la iglesia las echaba a la hoguera. Al tostarse, los granos despidieron un olor tan agradable que a uno de los monjes se le ocurrió volver a preparar la bebida pero con los granos tostados y molidos. Con el tiempo ese brebaje se volvió habitual en el convento donde los monjes lo bebían en el turno nocturno para evitar quedarse dormidos (como Yo en la escuela cuando tocaba matemáticas) y en cuanto a nosotros… ¿Pues qué le digo? Yo no empiezo mi día sin el mío. Sin embargo, por ahí dicen que los mormones no lo toman porque es pecado. ¿Qué dicen ellos al respecto? Vamos viéndolo y sirve que dejamos de hablar del tema favorito de los asustados.

 

 Como le digo, Yo siempre había escuchado que los miembros de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, mejor conocidos como "mormones", no tomaban café porque para ellos era pecado; sin embargo, nunca me he conformado con lo que dicen por ahí, y me voy directo a la fuente. A los Testigos de Jehová les pregunté sobre sus prohibiciones de celebrar cumpleaños, saludar a la bandera y recibir transfusiones de sangre; a los de La Luz del Mundo les cuestioné si era cierto que cuando su apóstol sueña con alguna de las mujeres de la iglesia este debe acostarse con ellas, y así me he ido de preguntón, ofendiendo a unos (sin querer queriendo) pero aclarando mis dudas. Soy muy curioso y me gusta enriquecer mi acervo cultural; así que un día, allá por 1996, le pregunté a una compañera de la escuela que pertenecía a esta iglesia de los mormones, si esto de que para ellos tomar café es pecado era cierto. Lo que me contó fue lo siguiente: "No es un pecado, o en todo caso, no es un pecado contra Dios, sino contra tu propio cuerpo". Luego me explicó: "Nosotros tenemos un código de salud llamado Palabra de Sabiduría, en el que se enlistan los consejos sobre algunas comidas y bebidas, entre las que está el café que tanto amas y defiendes, y que en realidad, no es más que un estimulante que daña tu cuerpo. Sin embargo, no es una prohibición; sino que el hombre sabio sabe lo que le conviene. ¡Tómalo así! Como un consejo y no como una prohibición".

 

Sobre este código de salud llamado "Palabra de Sabiduría", en la página de la iglesia referida encontré esto: "La Palabra de Sabiduría fue revelada por el Señor a José Smith (fundador de los mormones) en 1833, cuando José se cuestionó sobre el uso del tabaco, ya que sus colegas lo usaban en sus reuniones y tanto las manchas como el olor eran difíciles de eliminar. Al preguntarle a Dios sobre esta práctica, la Palabra de Sabiduría fue el resultado. Las bebidas fuertes, es decir, el alcohol y las bebidas calientes, incluidos el té y el café se mencionaron específicamente como líquidos que no deben consumirse. El tabaco también se incluyó entre los "no". Los profetas actuales también han enseñado que los miembros de la Iglesia no deben usar drogas ilegales, así como no abusar de las legales."

 

Así que, no es que tomar café sea pecado para ellos; sino que tienen un código de salud que, independientemente de que en verdad les haya sido dado por Dios o no, resulta beneficioso para sus cuerpos. Por mi parte, malo o no, para mí la lectura de los periódicos del día (digitales porque la vida me negó el placer de leerlos en papel) con un buen café entrándome al cuerpo en ayunas, es un delicioso placer que no cambiaría por nada aunque fuera pecado. ¿Usted qué dice?

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1 comentario:

  1. Yo digo que en efecto. Una buena mañana solo se concreta cuando se tienen una caliente tasa de café junto a las noticias de como el mundo se está haciendo pedasitos solo. Saludos Mi estimado. Siempre es un deleite (Además de que alimentas el acervo cultural) El leerte.

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