miércoles, 20 de mayo de 2020

YA VIENEN LAS CONSECUENCIAS DEL “QUÉDATE EN CASA”

Amables lectores, comenzamos ya, afortunadamente, a hablar del desconfinamiento y de un regreso escalonado a las actividades de la vida diaria. Sin duda que eso es bueno, pero no piense usted que por eso acabarán los problemas. ¡Al contrario! En el ámbito laboral y económico apenas estarán iniciando y esto, tanto para el patrón como para el trabajador. Le explico:

 

Yo siempre dije y sostuve que era una soberana estupidez detener la economía del país. Mis argumentos ya los conoce de sobra porque en muchos de mis comentarios los expuse, y a ese respecto solo me resta decir algo bastante siniestro pero razonable: Por más fuerte, ruin, cruel y desgraciado que suene, era mejor que algunos se murieran del virus, a que todos nos muriéramos de hambre. No se me asuste. Le advertí que iba a hacer declaraciones fuertes, pero también voy a explicarle por qué lo digo. El Dengue, el narco, la guerra… Hay infinidad de cosas que causan muchas más muertes que la pandemia pedorra de doce muertos con la que en Vallarta el Gobernador nos quiere espantar. Es lamentable que haya vallartenses que perdieron algún familiar; pero el virus está en el aire y si así es, por más que nos escondiéramos, por más que usáramos el molesto tapabocas, de todas formas los que iban a morir habrían muerto sin remedio. El Gobierno sueco lo entendió y dejó que su país siguiera sus actividades; el Gobierno mexicano no pensó lo mismo. Ni el Gobierno, ni los malditos asustados que son, por cierto, los que sufrirán las consecuencias cuando el mundo vuelva a caminar. ¿Por qué? Casi por nada. Échele coco a lo que voy a decir y luego me cuenta.

 

Debido a lo ahorcadas que han quedado las empresas con esta tontería de detener la economía, algunos empleados fueron despedidos de sus fuentes de trabajo mientras que a otros se les ajustó el salario. Esta medida, la de ajustar el salario (y que no es lo mismo que reducirlo) no está prevista en la Ley Federal del Trabajo, pero se estuvo permitiendo a causa de la alerta sanitaria y con el fin de que no toda la gente se quedara sin ingresos; sin embargo, ahora que poco a poco iremos regresando a la normalidad, el empresario se enfrentará a la falta de recursos ocasionados por el cierre y por tener que pagar medio salario a sus empleados aún sin producir. Puesto que acabado este mitote de la pandemia el patrón tendrá la obligación de volver a pagar como antes, tomando en cuenta que el trabajador tampoco aceptará una reducción de salario que además es ilegal, no le quedará otra que despedir gente. No a todos, pero sí a muchos. Los despedidos irán a buscar trabajo a otras empresas que, para variar, estarán en la misma situación, de modo que será muy difícil que les contraten. Así habrá muchos desempleados por lo menos hasta que esto vuelva a levantarse y recuerde que en 2009, cuando la supuesta gripa del puerco a la que llamaron "Influenza", a Puerto Vallarta le costó un año recuperarse del todo.

 

"Pero Omar, el Gobierno dará créditos y subsidios a las empresas. ¡Habrá dinero!" ¿De veras? Pues aunque así fuera, no hay crédito ni subsidio que alcance para restituir las millonarias pérdidas ocasionadas por detener la actividad económica. Tal vez usted piense que estoy siendo demasiado alarmista. Nomás démele tiempo al tiempo y verá lo que le digo y es aquí donde quiero oír a los que se creían jueces y policías del mundo, regañando, culpando y condenando a quienes siempre estuvimos a favor de seguir con la vida normal, acusándonos de "valemadristas", "irresponsables" y hasta asegurando que el karma nos la iba a cobrar muy caro por "exponer a la humanidad de esa forma". No se lo deseo a nadie; pero debo confesar que el lamento de algunos de esos asustados será una melodía a mis oídos, porque entonces podré echarles en cara lo que antes con tanta vehemencia defendieron propagando el miedo por todas partes. "Quédate en casa".

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1 comentario:

  1. Exactamente como algunos hemos pensado, pero pocos nos atrevemos a manifestarlo

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