miércoles, 16 de noviembre de 2016

¡ENCARCELEN A LOS LATOSOS!

Desde Marzo de 2016 se venía hablando de la posibilidad de que el
Senado de la República discutiera una iniciativa llamada "Ley De
Protección Doméstica" que, según esto, sancionaría hasta con cárcel a
religiosos, vendedores y todo tipo de persona que venga a perturbar
nuestra paz a las puertas de la casa. ¿Y sabe qué? ¡Qué buena falta
que nos hace eso! ¿Por qué?

Amable lector, Yo he vivido la molesta experiencia de estar en mi casa
un domingo a las ocho de la mañana descansando, y que de pronto los
tercos, ignorantes y fanáticos Testigos de Jehová me toquen la puerta
como si fueran de la PGR, para que al abrir me digan que vienen a
traerme "buenas noticias". Y bueno, uno piensa: "No he desayunado y
tal vez la buena noticia es que me traen unos chilaquiles verdes con
carne asada, o ya de perdida unos huevitos revueltos con tocino"; sin
embargo, las noticias que traen cuando no comienzan con su estúpido
debate sobre el nombre de Dios, son normalmente las babosadas de la
revistita que reparten que dizque para ganarse el paraíso, y las
"buenas nuevas" que sacan de su distorsionada y prostituida Biblia,
son todas sobre un Jehová que más que Dios, algunas veces parece un
borracho peleonero y otras parece un ejidatario ambicioso. ¡O no me
diga que no es cierto que los Castigos de Jehová lo primero que pelean
es que es a ellos a quienes se les dará la tierra por heredad! Y
vuelvo a pensar: "¿Qué les hace creer que eso me importa? ¡Por mí
quédense con la tierra porque al cabo Yo me voy al infierno!" Si eso
les gusta, la verdad es que Yo no tengo empacho en dejárselas cuando
me muera. La cuestión aquí es que en cuanto a los religiosos, Yo
además añadiría a esa ley otra cosa. ¿Quiere que le diga cuál?

Pues bien, existe otra plaga más que está quitándole la paz a la gente
en su propia casa, y son los cristianos a los que se les hace fácil
celebrar sus cultos en cualquier carpa o terreno, a grito abierto y
tamborazo limpio desde las diez u once de la mañana, importándoles un
cuerno si molestan al prójimo porque al cabo "estamos predicando la
palabra del Señor", y "si Dios conmigo nadie contra mí". Esto hay qué
regularlo porque se ha convertido en un dolor de huevos para mucha
gente que vive en las colonias populares de nuestra ciudad. Cualquier
culto debe estar confinado a la iglesia, y nadie tiene derecho a
predicar nada cuando la persona a la que se le predica no desea saber
nada de ese culto. Yo respeto la fe del pueblo creyente, crea en lo
que crea; pero el pueblo creyente debe respetar mi paz y la de todos,
y es que lamentablemente para ellos y para uno, a los cristianos les
falta entender que su libertad acaba donde comienza la nuestra. Hay
gente que abrazará gustosa la "salvación" de su Cristo; habrá gente
que no, y no podemos obligar a nadie a venerar un "dios" que no
quiere. Por eso creo que es bueno que exista una ley como esa, para
que todos estos, tanto los Testigos fanáticos y tercos como los
Cristianos escandalosos, puedan ser multados y hasta encarcelados si
fuere necesario.

TIRO DE GRACIA

En cuanto a mí, de hoy en adelante recibiré gustoso a cualquier
movimiento religioso que al predicarme me entregue billetes, y si son
dólares mejor. Contacto: abogadoomararcenolasco@gmail.com y 044 322 19
1 10 89.

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