martes, 29 de enero de 2019

POR UN MÉXICO MENOS BURRO

El Presidente quiere que el pueblo lea y a mí no me queda la menor duda de que está muy bien; solo que hay que hacerle un pequeño señalamiento: Si bien es bueno que el pueblo lea, lo que no es bueno es decirle qué debe leer.

Amables lectores, una de las estrategias del Presidente es poner a disposición de los mexicanos "títulos atractivos" que al mismo tiempo, "enseñen principios morales"; lo que significa que aprovechando su influencia sobre gran parte de los mexicanos, e imitando a los dictadores que han existido, llegará al absurdo de decretar qué es bueno leer y qué no, basado en lo que Él crea que es la moral y los buenos principios. Ahora bien: Definitivamente el pueblo debe leer más; porque a diferencia de otros países, el mexicano es huevón para hacerlo y esto hay que decirlo con todas las letras. El paisano prefiere mil veces un partido de futbol o un capítulo de La Rosa de Guadalupe, que un buen libro. ¡Y cada quién! Yo respeto las preferencias de todos, pero de que nos falta leer nos falta, y hay que decir, sin pelos en la lengua, por qué ocurre esto con la mayoría de mexicanos: Por mentalmente huevones.

Pero vuelvo al tema: Decía que a mí me parece muy bien que el Presidente quiera que leamos; el problema con esta estrategia de Andrés Manuel es que al "ofrecerle" al pueblo "títulos atractivos" con el propósito de fomentar "buenos principios", Él pretende formar una sociedad a conveniencia suya como lo hiciera Castro en Cuba o Chávez en Venezuela. Eso es lo que no podemos permitir en nuestro país. La moral y los principios son cosa de uno, y para empeorar la cosa, Yo no vivo de acuerdo a la moral que dictan ni las religiones, ni el Manual de Carreño, y mucho menos la "Cartilla Moral" que ahora se promueve; sino que tengo la mía propia. Amo al que amo, odio al que odio, no me gusta ser "políticamente correcto", no solo tengo mis prejuicios sino que hasta me los celebro Yo mismo, y no sigo ningún canon o precepto social si no me da la gana seguirlo. Por eso digo: Que el pueblo lea; eso está muy bien. Pero que lea lo que quiera y esto va desde Lagrimas y Risas, el o los periódicos de su preferencia, libros de auto ayuda y motivación, finanzas personales, novelas o cursis poesías… ¡Lo que sea! Al cabo para eso hay de todo y para todos. Pero que el pueblo lea.

Yo leo un promedio de 14 libros por año, aunque no es ni manda ni obligación, ni una meta que Yo me ponga. Me gusta leer y dedico una hora antes de dormir para eso; a veces leo sobre derecho y a veces lo que se me da la regalada gana porque hasta eso: Si bien acepto una sugerencia con gusto y hasta la agradezco, Tengo el ego demasiado grande como para permitir que chairos o intelectuales me digan qué debe leer una persona como Yo. Los viernes, o a veces los sábados, me aparto a la soledad y el silencio de una de mis recámaras para dedicar la noche a escuchar radioteatros y películas, o leer cuentos y novelas; pero todo de terror y a la luz de una vela aromática, al tenor de un buen café o un buen vaso de whisky porque así me gusta. ¿Y creen ustedes que voy a aceptar "sugerencias" de un Presidente? ¡Pues por supuesto que no! ¿Desde cuándo dictar la moral y los buenos principios es función del Gobierno Federal? Sería un imbécil como todos los que aplauden a López Obrador si leyera nomás lo que Él dice.

Conclusión: Por un México menos burro, menos mediocre y menos conformista, ignore al Fondo de Cultura Económica y decida por usted mismo qué temas le gusta o le gustaría saber, agarre su librito y póngase a leer pero ya. Es una sugerencia; si no quiere pues no. Lea lo que su Presidente le indique. WhatsApp: 322 191 10 89.

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