Siendo viernes estuve a punto, amable lector, de hacer otro comentario cuaresmeño como el de Judas; pero pensándomela mejor, creo que lo voy a dejar para cuando se acerque más la denominada Semana Santa. No se alegren los religiosos; les daré una nueva razón para orar por mí cuando llegue el momento, pero ahora hablemos mejor del acoso cibernético. "¿Y por qué de eso Omar?" Pues porque es un asunto que se ha hecho más grande de lo que realmente es, debido a que nadie se ha atrevido a poner un "hasta aquí". ¡Pero viera qué fácil es! Si quiere enterarse, nomás pase al siguiente párrafo para que vea.
Usted sabe que Yo soy pueblo; ando en camiones, hablo con la gente y me da mucho gusto ser abordado cuando voy al centro de la delegación del Pitillal, donde casi todo el mundo me conoce porque ahí crecí; pero gracias a eso tengo también la oportunidad de escuchar cuál es la problemática que vive nuestra sociedad actual. No como los políticos que la conocen desde su escritorio; sino como pueblo que vive exactamente las mismas cosas que usted y puede con esa experiencia comentarlas sin miedos ni estúpidos tapujos morales que sí tienen los gobernantes a la hora de abordar cualquier tema social. Y es que Yo lo he dicho hasta el cansancio: La tendencia que hoy se tiene de hacer maricones en vez de niños con los huevos bien puestos, nos está causando muchos problemas. Es increíble que hoy en día, niños de primaria y secundaria, y adolescentes de prepa, estén chilloneando como mariquitas porque alguien los acosa a través de las redes sociales. Yo no digo que no sea un problema; sí lo es, e incluso puede afectar seriamente la imagen del acosado; pero también creo que resolverlo requiere más acción, y menos jotería. Si no me cree, aquí le expongo algunas de las cosas que hacen los padres de niños acosados para intentar solucionar la situación: 1. Van y lloran a la escuela para que los inútiles, huevones, parásitos y callejeros maestros hagan algo al respecto, cuando esa gente en lo único que piensa es en manifestarse y en que le paguen sin trabajar. 2. Van y hablan con los padres del o los acosadores para que el acoso acabe. Esta suena más coherente pero le falta fuerza. Sin embargo, nadie hace lo que de veras debe hacer, y aquí se lo voy a decir:
Si quiere acabar con el acoso que sufre su hijo , ya sea en Facebook, Twitter, WhatsApp o cualquier red social que usted me señale, primero, hay que tomar las capturas de pantalla de todo lo que a su hijo o hija le dicen a través de ellas; después… ¡Tan simple como esto!: Que el acosado bloquee a todo aquel que le haga bulling, y listo. Lo demás es buscar un buen abogado para interponer las denuncias, y si hay daño moral las demandas correspondientes. "¿Pero es que se puede demandar a los menores?" A ellos no, pero a los papás, que son los responsables de lo que hagan sus hijos teniendo la calidad de menores sí; y créame que cuando usted va y le cuenta a un padre de familia que sus hijos andan de acosadores, ellos lo verán como cosas de muchachos; pero cuando usted va y los denuncia o los demanda, la cosa ya no parece un juego y comienza a verse como un lío si no se resuelve de una vez por todas. ¿No es cierto que así somos? Cuando vemos que ya nos viene la vara es cuando nos movemos realmente. Yo le aseguro que si se atreve a demandar, lo haga con quien lo haga, acabará con el problema de un solo golpe y sin tanto rollo. Lo único que le recomendaría es que se fije bien qué abogado contrata; porque en mi opinión personal, debe ser uno que además de conocer la problemática y la ley, también tenga espíritu de servicio para con su pueblo.
¿TIENE USTED ESTE U OTRO TIPO DE PROBLEMAS LEGALES?
A propósito, hoy estoy regalando consultas totalmente gratis para las primeras tres personas que, a partir de las nueve de la mañana, me llamen al 322 191 10 89, y me digan que lo leyeron aquí; en el mejor periódico de la región que es el Siempre Libres, o en mi blog personal. Tenga usted muy buenos días, y excelente fin de semana.
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