miércoles, 20 de marzo de 2019

¡SÍGANME LOS GORDOS!

Yo digo que si voy a morirme de todos modos, amable lector, que sea contento y en primera clase. Oigo aquí y allá gente espantada porque ya subió unos kilitos, o porque el médico le dijo que tenía "prediabetes" cuando Yo tengo bien comprobado que esas son puras patrañas de la industria farmacéutica para enriquecerse más. No es que no exista la Diabetes; es que muchas veces los médicos se la inventan a uno porque saben un secreto muy importante que usted no, y que Yo le voy a contar aquí. ¿Está listo?

Pues bien, algunos médicos querrán crucificarme por lo que voy a decir; pero la gente ni engorda ni se enferma por lo que come, sino por lo que cree. "¿Qué estás diciendo Omar?" Pues casi nada: Que lo que engorda y enferma a la gente que gusta del buen comer como Yo, aunque a los médicos les arda leerlo y hasta quieran llamarme para reclamar, no es la grasa ni el azúcar; sino el miedo a engordar y/o a enfermarse. Si no es así, entonces explíqueme cómo es que aquel que se cuida de no engordar es el que engorda, y el que come sano es el que se enferma. ¡Es que es muy sencillo! Está comprobado que el poder de la sugestión es muy grande; basta con atemorizar a la gente mediante la radio o la televisión, y listo; pronto tenemos enfermos de diabetes y todas esas enfermedades que los médicos, en complicidad con la industria farmacéutica se han inventado. Para muestra un botón; dígame si no es cierto lo que voy a decir: Hoy en día el tema de las enfermedades es muy socorrido; Yo no sé usted, pero Yo oigo mucho en las pláticas de señoras sobre los dolores, enfermedades y padecimientos como si estuvieran compitiendo a ver quién tiene el peor de los males, y mientras tanto la industria farmacéutica enriqueciéndose con lo que pareciera ser el club de las doñas sufrientes. ¿A poco no?

Y es que Yo lo he dicho muchas veces en este espacio: Cuando somos niños los médicos aconsejan que no comamos todo cuanto nos gusta por esto de la obesidad; cuando ya somos adolescentes porque nos pueden salir barros y espinillas; cuando somos adultos porque nos puede dar un paro cardíaco, la Diabetes y no sé qué tanta cosa; y cuando somos viejos, pues nomás porque ya no podemos. La idea es siempre estar asustando a la gente con que si come grasas o azúcar se la va a cargar la tiznada; pero Yo le tengo una noticia peor: Si no las come… ¡También! La cruda realidad es esta: Usted, Yo, todos nosotros nos vamos a morir un día y Yo la verdad prefiero arrepentirme de lo que hice, que arrepentirme de lo que no hice por miedo a lo que pudiera pasarme. Pero si al leer mi comentario usted sigue teniendo dudas, si piensa que estoy loco (bueno eso sí es cierto pero nomás tantito) o si todavía no entiende por qué digo estas cosas, le pongo en el siguiente párrafo un par de ejemplos:

Respecto a la obesidad: Tengo familiares políticos que no dejan que sus hijos tomen Coca ni coman mucha carne; les dan más zacate que a los conejos… ¿Y qué cree? ¡Si fueran cerdos estarían ya listos para el matadero! Reto a los nutriólogos que me digan: Si no toman Coca, no comen tacos ni tortas ni tamales, toman sus licuaditos de zacate y hierbas como animales del campo y nunca comen golosinas…  ¿Qué los engorda entonces? Yo que tomo coca y como cuanta porquería se me antoja, no paso de los ochenta kilos. ¿Por qué? Y respecto a la Diabetes: Un día de aquellos cuando Yo trabajaba en el Gobierno fui a Servicios Médicos Municipales; la doctora que me atendió, se empecinó en hacerme la famosa prueba de la Diabetes a pesar de que le advertí que me acababa de tomar un chocolate caliente y de que odio los piquetes donde me los pongan. Pues me la hizo; y al siguiente día que fui, me dijo: "Temo decirte que tienes Prediabetes". ¿Y quién no iba a salir con el azúcar tan alto haciéndose la prueba después de tomarse un chocolate? De pen…sativa no la he bajado desde entonces

Por eso Yo les digo: "¡Síganme los gordos!" Coman hasta hartarse; coman tacos, carnitas, burritas de camarón y lo que se les antoje; verán que comiendo sin miedo no van a engordar jamás, y además, al cabo de todos modos se van a morir un día y la verdad es que lo único que se lleva uno es lo vivido. ¡Niéguemelo! WhatsApp: +521 322 191 10 89

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