Hace ya algunos ayeres, cuando vivía con mis abuelos y mis tíos en los Estados Unidos, se hablaba ya de un gran terremoto que, además de "partir el Estado de California entre norte y sur", y "hundir por completo la ciudad de Los Ángeles" como usted seguramente lo vio en la película 2012, separará la península de Baja California de nuestro país, dejándola como una isla sobre el Océano Pacífico. Esto siempre ha causado temor, no solo en California; sino también, entre los vallartenses que se dejan llevar por rumores del fin del mundo y todas estas cosas. No sé por qué salió el tema hace algunos años, pero para calmar los miedos que en aquel entonces los lectores me externaban, me comuniqué al Centro Universitario de la Costa para preguntar todo cuanto los académicos investigadores del tema supieran al respecto, y de paso preguntar cuántos desmadres nos tocarían a nosotros; pero el puerco intelectual que me atendió no quiso darme información alguna. Como sea, ahora que volvió a temblar en California volví a recibir llamadas, y justamente, encontré algunas notas sobre el asunto que quisiera compartirle:
Primero que nada, debemos entender qué es una falla. Se trata de una grieta en la corteza terrestre, en regiones donde las placas tectónicas se unen y que con el movimiento, ocasionan terremotos constantes. No podemos, amable lector, predecir un temblor con fecha y hora; sin embargo, se sabe que la parte sur de la Falla de San Andrés, falla que recorre aproximadamente 1300 kilómetros entre el estado de California en los Estados Unidos, y Baja California en México, ya ha acumulado mucha energía y se prevé por los científicos que el temido terremoto suceda entre hoy y los próximos treinta años.
El periódico Milenio consigna que: "Desde hace tiempo, los científicos advirtieron sobre el peligro de esta inactividad y sus consecuencias, que resultarían en un terremoto de 7.8 grados en la escala de Richter según un estudio de sismólogos del Geological Surrey de Estados Unidos. Según el mismo estudio, el terremoto ocasionaría alrededor de 2 mil muertes y más de 50 mil heridos, y además, desprendería la Península de Baja California de México, convirtiéndola en una isla. Thomas Jordan, director del Centro Sísmico del Sur de California, declaró además que la falla está "lista y cargada para temblar". Es por esto que la comunidad científica estadunidense insiste en que muchos daños y muertes podrían ser evitados simplemente con presupuesto para la creación de un efectivo sistema de alertas de terremotos, que avisara con el tiempo suficiente para evacuar, como las actuales aplicaciones de gran actividad sísmica como en México y Japón".
Y esto es todo lo que tengo sobre el asunto; Yo de verdad quería saber cómo afectaría esto a Vallarta para contárselo al costo; pero la última vez que lo intenté, los investigadores del Centro Universitario de la Costa (de la Universidad de Guadalajara), no quisieron, para vergüenza y oprobio de la Benemérita casa de estudios, concederme una entrevista seria al respecto. ¿Por qué? Ahí le dejo ese dato, amable lector. Lo que sí es verdad es que el terremoto viene, y ningún gobierno está tomando precauciones.
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