miércoles, 17 de junio de 2020

LAS DÉBILES MENTES DE LOS TONTOS

Es lamentable que por miedo (y por idiotas) la gente agreda al personal médico y definitivamente, los responsables tienen que pagar por sus delitos; pero es más lamentable aún que dichas agresiones sean promovidas (con saña y a adrede) por la misma Secretaría de Salud federal y sus homólogas en cada estado. Permítame explicarle por qué hago tal señalamiento, contándole una anécdota de la vida real:

 

El 30 de octubre de 1938, un joven actor de nombre Orson Welles llevó al radio una representación de La Guerra De Los Mundos, del escritor H. G. Wells. Presentó la radionovela a modo de noticiero, de modo que toda la gente que lo escuchó a través de la CBS en Nueva York, creyó que de veras los marcianos habían invadido la tierra, tal como lo narra el libro. Esto, muy a pesar de que tanto en la introducción como a media radionovela los locutores advertían que se trataba de la adaptación del libro. Pero incluso los que oyeron que solo era una representación radial, no lo procesaron. El miedo se había apoderado de ellos y lo demás, ya usted se lo imagina. Todos pensaron que se trataba de una emisión real de noticias, lo cual provocó el pánico en las calles de Nueva York y Nueva Jersey (donde supuestamente se habrían originado los informes). La comisaría de policía y las redacciones de noticias estaban bloqueadas por las llamadas de oyentes aterrorizados y desesperados que intentaban protegerse de los ficticios ataques con gas de los marcianos. Al día siguiente saltaron protestas exigiendo responsabilidades, la cabeza de Orson Welles y una explicación, de modo que el propio Orson Welles pidió perdón por la broma de Halloween, considerada una burla por los oyentes. ¿Qué tiene todo esto que ver con lo que sucede ahora? Le explico:

 

Vivimos, como he dicho siempre, en una sociedad de doble moral que se asusta del muerto y se abraza de la mortaja. Una sociedad que primero alebresta locos e idiotas, y luego se queja de cómo estos locos e idiotas reaccionan. Desde que comenzó la dizque pandemia pedorra, la Secretaría de Salud y sus homólogas de cada estado se han dedicado a informar a los medios de las supuestas muertes que a causa de esta han venido aconteciendo, espantando al pueblo con que la muerte se les va a meter a su casa y se llevará a sus hijos y padres. El bombardeo de los medios y periodistas miedosos ha sido tal, que hay gente verdaderamente enferma y enloquecida que nomás despierta para revisar cuántos muertos van, o para buscar en internet por qué sí es muy posible que se contagien y cómo pueden protegerse. Gente que ya no puede ver salir a nadie a gusto, porque ya están, más que advirtiendo, sermoneando a medio mundo; culpándonos de que por nosotros es que la mentira de la pandemia ha matado gente y disfrazando sus deseos de que la enfermedad nos fulmine por tercos con un: "Ojalá tu familia te dure mucho".

 

El punto es que han sugestionado tanto a la gente, que está sucediendo lo mismo que en 1938, solo que más duro y prolongado. Aquella era una representación y desde siempre se dijo; esta también lo es, pero a diferencia de la de 1938, aquí sí se pretende mantener a raya a la gente con el cuento. Hoy en día, gracias al bombardeo que la Secretaría de Salud nos receta cada mañana, muchos de esos locos enfermos tienen miedo de ser contagiados y por eso reaccionan agrediendo médicos y enfermeras, quemando hospitales y ambulancias y hasta corriendo a los vecinos que son sospechosos de portar el tan cacareado virus. Yo no los justifico; si cometen esa clase de delitos deben pagarlo; sin embargo, hay que pensar un poco en lo que ha originado todo este desmadre y sin duda alguna, ha sido la sobre carga de información en las débiles mentes de los tontos. Niéguemelo.

Facebook: https://facebook.com/omar.arcenolasco

Twitter: @elbastonazo

Teléfono y WhatsApp: 322 191 10 89.


No hay comentarios:

Publicar un comentario