LOCOS "ILUMINADOS" A LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN

Con 199 votos a favor, 58 en
contra y tres abstenciones, la CÁMARA DE DIPUTADOS aprobó cambios al “ARTÍCULO
24 constitucional, que regula la libertad de culto en MÉXICO. Pero… ¿De qué se
trata? ¿Qué consecuencias tendrá?

Pues figúrese usted que, desde
que entre en vigor esta reforma, las iglesias, llámense católicas, cristianas,
testigos de JEHOVÁ, mormones, luz del mundo o cualquier otra, digo ya ve usted
que hay cada loco queriendo encasillar a DIOS, tendrán el derecho de transmitir
sus creencias a través de los medios de comunicación, abiertamente y sin
censuras. Esto ya se venía dando desde hace tiempo en algunas emisoras que, no
teniendo nada qué transmitir de noche, daban paso a las iglesias y a los grupos
esotéricos para llenar el espacio. Pero esto se hacía de noche o de madrugada.
Ahora, con esta reforma, usted podría estar escuchando la radio al mediodía y
de pronto, al dar las doce, escuchará la presentación del programa del
hermanito JUAN CUERDAS DE LOS PALOTES, anunciando el próximo fin del mundo. O
al sacerdote JOSÉ MARÍA DE LA CRUZ DE JESÚS SACRAMENTADO, venir y anunciar las profecías
de FÁTIMA, asustando al pueblo y dándole más de lo mismo, solo que ahora
abiertamente.

Cabe hacer notar que, para poder
aprobar esta reforma, se tuvo qué retirar de los puntos propuestos lo que desde
hace tiempo el PAN quiere. Es decir, el derecho a que en las escuelas públicas
se imparta educación religiosa. Eso, ya sería asestarle una puñalada trapera a
los derechos humanos en nuestro país, dándole también la espalda al estado
laico que supuestamente tenemos y echando por la borda todo aquello por lo que
por siglos se peleó. Yo solo espero que esto sea regulado o por lo menos equilibrado,
porque de no ser así, los medios se nos llenarán de curas, pastores, apóstoles
iluminados y rabinos locos que nos estarán a duro y dale todo el día con sus
creencias. Eso, sin contar con que también los astrólogos y esotéricos pedirán
su parte. Si bien es cierto que todos tenemos el derecho a creer, también
existe el derecho a no creer. A disentir de cualquier cuestión religiosa que no
nos parezca que va siguiendo lo que para nosotros es la verdad. Yo siempre lo
he dicho: “Curas, pastores, apóstoles, ancianos, rabinos… ¡A sus iglesias! Nada
tienen qué andar haciendo afuera”.