domingo, 12 de agosto de 2012

ENTRE LO LEGAL Y LO JUSTO

"Juro por Apolo médico, Higia y Panacea, y por todos los dioses y diosas, a quienes pongo por testigos, que cumpliré, lisa y llanamente, con todas mis fuerzas e inteligencia, el siguiente juramento y obligación escrita:"… Así inicia el JURAMENTO DE HIPÓCRATES en el que, los médicos, entre otras cosas, se comprometen a lo siguiente: "Estableceré el régimen de los enfermos de la manera que les sea más provechosa, según mis facultades y mi entender, y me abstendré de cometer todo mal y toda injusticia".
 
Lamentablemente, aún cuando todavía se acostumbra que los pasantes hagan este juramento al recibirse, se ven obligados a faltar a él tan pronto como salen a ejercer. Prueba de ello es lo que sucede en la cama 24 de la clínica 42 del IMSS en nuestra ciudad, donde se encuentra una niña de once años conectada a un ventilador para poder vivir, ya que padece HIPOXIA. El problema, amables lectores de este blog, es que el papá de esta niña dejó de tener seguro y ahora, el personal de esta clínica quiere desconectarla y sacarla de ahí porque alegan que, tales aparatos (refiriéndose al ventilador que la mantiene viva), son solo para uso de quienes sí están asegurados. Pero oiga… ¿Y el tan llevado y traído derecho a la salud qué? Yo entiendo que el SEGURO SOCIAL se vea limitado en recursos pero… ¿Será esto el pretexto ideal para desconectar una vida así como así? Le aseguro que no. Es más, si el gran HIPÓCRATES viviera, se volvería a morir diez veces al ver el tipo de servicio que en muchas ocasiones brinda el SEGURO SOCIAL. Claro, no se moriría sin antes hacer esta preguntita incómoda que Yo haré para todos: ¿Si desde 1917 tenemos una CONSTITUCIÓN que garantiza el derecho a la salud, por qué no hemos avanzado mucho en el tema? ¡Señores, es el año dos mil doce y no podemos garantizar la salud gratuita a todo mexicano! ¿Pues a qué van nuestros diputados y senadores al CONGRESO DE LA UNIÓN ENTONCES?
 
La familia de esta niña me cuenta que, la trabajadora social de dicha clínica del IMSS, le dijo muchas cosas a la madre hasta hacerla llorar de tristeza e impotencia el pasado viernes y le pidió que fuera Ella misma, la madre, quien desconectara y sacara a su hija de ahí. ¡Ah no pues con mucho gusto! ¡Ahorita desconecto a mi hija para que muera no se preocupen! A ver señores del IMSS: ¿Por qué no lo hacen ustedes mismos? No es mi intención juzgarlos, pero sé que no lo hacen porque, aunque sepan ustedes que en parte es lo legalmente correcto, en el fondo entienden que en el terreno moral es injusto y que hasta podrían incurrir en conductas delictivas, pues desconectar una vida, por más desahuciada que esté, sigue siendo un asesinato no se les olvide. ¡Ah pero sí quieren que la madre lo haga para deslindarse ustedes! ¿Verdad? La familia de esta niña no quiere servicio gratis. Solo esperan que alguien les ayude con un tanque de oxígeno que, dicho sea de paso, tan solo rellenarlo cuesta como cinco mil pesos. Si alguno de los lectores quiere contribuir, todavía pueden hallar a la familia de esta niña en la cama 24 de la clínica 42 del IMSS, aunque no sabemos por cuánto tiempo. También pueden comunicarse con su servidor o llamar directamente con MARÍA MÉNDEZ al: 322 19 17201.

No hay comentarios:

Publicar un comentario