miércoles, 1 de enero de 2014

UNA DE AÑO NUEVO

POR: OMAR ARCE

 

Una persona ya mayor, me contó vía correo electrónico esta historia que les escribo a continuación, y que debido a que en estos días no hay mucho de qué hablar, me gustó para iniciar el año. La historia, que tiene mucho de cierto al final, dice así: Había una vez un rey que quería ir de pesca. Llamó a su pronosticador del tiempo y le preguntó el estado del mismo para las próximas horas. Éste lo tranquilizó diciéndole que podía ir confiado pues no llovería. Como la novia del monarca vivía cerca de donde éste iría, se vistió con sus mejores galas. Pero… ¿Qué cree que pasó?

 

Pues pasó que, ya en el camino, se encontró con un campesino montado en su burro quien al verlo le dijo: "Señor, es mejor que vuelva porque va a llover muchísimo". Por supuesto el rey siguió su camino pensando: "Que sabrá este tipo si tengo un especialista muy bien pagado que me dijo lo contrario. Mejor sigo adelante". Así lo hizo, y por supuesto llovió torrencialmente. El rey se empapó y la novia se rio de él al verlo en ese estado. Furioso volvió a palacio y despidió a su empleado, mandó llamar al campesino y le ofreció el puesto pero éste le dijo: "Señor, yo no entiendo nada de eso; nomás me fijo si las orejas de mi borrico están caídas, porque entonces eso quiere decir que lloverá". Entonces el rey contrató al burro.

 

Usted, amable lector, podría preguntarse qué de cierto puede tener esta historia. Pues bien, dicen que así comenzó la costumbre de contratar burros como asesores, que desde entonces tienen los puestos mejor remunerados en el gobierno. No sé si de verdad haya ocurrido lo del cuento, pero de que los gobiernos están llenos de burros, ni dudarlo.

 

Y así iniciamos el 2014, agradeciendo a todos los lectores del SIEMPRE LIBRES en PUERTO VALLARTA y BAHÍA DE BANDERAS, muchos de los cuáles me escribieron mensajes de año nuevo muy emotivos. Agradezco también al DIRECTOR de esta mi CASA EDITORIAL, LICENCIADO HÉCTOR COLÍN, y a toda su hermosa familia, a mi editor RODRIGO AGUILERA MORALES, a los lectores de mi blog, y sobre todo, a DIOS PADRE por permitirnos seguir con vida, y con el bastón en la mano para seguirle dando al que lo merezca.

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