POR: OMAR ARCE
Ayer al mediodía, el licenciado GUSTAVO GONZÁLEZ VILLASEÑOR, y la señora CELINA LOMELÍ de PÉREZ, se registraron como aspirantes únicos a PRESIDENTE y SECRETARIA GENERAL respectivamente, del PARTIDO REVOLUCIONARIO INSTITUCIONAL (PRI) en PUERTO VALLARTA. Muchas cosas hay qué destacar, pero lo que más llamó mi atención, es la visión tan clara que ambos tienen en cuanto a los tiempos que se viven en MÉXICO, y al interior del partido.
Y es que, a lo largo de estos trece (casi catorce) años, el PRI ha tenido qué aprender algunas lecciones. La primera fue aquella que MOVIMIENTO CIUDADANO y PAN aún no han aprendido, y que al PRI le costaría la PRESIDENCIA DE LA REPÚBLICA en el año dos mil: No pelearse en público. La segunda, recién acaba de entenderla y es el hecho de que, por más modernos que sean los tiempos, y por más fuerza joven que se requiera en ellos, el PRI no es solo de los jóvenes, ni tampoco es solo de los viejos. No es solo de los hombres, ni tampoco es solo de las mujeres. El PRI, amables lectores, por su ideología y principios, debe ser de todos; pero percibo, y no soy el único, que últimamente no lo ha sido. Se dejó que los jóvenes lo hicieran todo, y se relegó a la fuerza de la experiencia. Los jóvenes tenían buenas intenciones, pero les faltaba el conocimiento. No quiero menospreciar a nadie, pero muchas veces los jóvenes no están tan preparados para sentirse con poder, y en lo personal, encontré en los cargos municipales a muchos de ellos. Como dije en otra de mis entregas, si se quiere andar en esto de la política hay qué conocer los tiempos, y los tiempos no son para andar relegando a nadie. Si el PRI quiere ser tan grande como siempre ha sido, debe dejar esa tonta idea de que solo los jóvenes las pueden, y traer a su rebaño a las ovejas experimentadas para beber de la leche de la experiencia. Así, con la experiencia de los grandes, y el ímpetu de los jóvenes, el PRI volvería a fortalecerse.
Además, hay qué hacer que los grandes también aparezcan (junto con los jóvenes) en la escena política. No solo como autores intelectuales, sino como autores materiales del fortalecimiento del partido, y de las mejorías que a través del partido recibirá PUERTO VALLARTA. Porque… ¿De qué sirve la fuerza cuando esta es desproporcionada? ¿De qué sirve tanta energía, si esta no está organizada y bien dirigida? Pienso que de nada, y por eso llegó la hora de la inclusión. Esa es la propuesta, o por lo menos así lo han expresado, del licenciado GUSTAVO GONZÁLEZ VILLASEÑOR, y de la señora CELINA LOMELÍ: Un PRI de todos, y para todos. Un PRI en el que se respete la voz de los sectores, de los liderazgos por más pequeños que parezcan, y por supuesto, donde a nadie se le haga menos por pertenecer a tal o cuál sector. ¿O no somos todos un solo partido? ¿No encabezamos la misma causa?
Por mi parte, como militante y consejero político que soy: Si así como dijeron harán, doy la bienvenida a nuestros nuevos dirigentes, y les doy también mi voto de confianza, para que juntos podamos ser lo que ya deberíamos estar siendo.
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