¿POR QUÉ TEMEN AL COCODRILO?

POR: OMAR ARCE

 

Pues ahora muchos andan asustados, poniendo el grito en el cielo y desgarrándose las vestiduras por la presencia de la peligrosa droga conocida como COCODRILO en PUERTO VALLARTA. ¿Y qué es lo que asusta? No es la droga en sí, amables lectores, sino la incapacidad, Y LA INCOMPETENCIA tanto de los padres de familia como del sistema educativo, que ante tal presencia quedan de nuevo encuerados. ¿Por qué? Se lo digo enseguida, no sin antes advertir que ya le envié esta columna a mis diputados:

 

Creo, firmemente, que el problema de las drogas no se ha atacado como debiera porque, tanto aquí, como en todo el mundo (incluyendo a los dizque civilizados y cristianos ESTADOS UNIDOS DE NORTEAMÉRICA) el fin de la drogadicción es el fin de un imperio económico que deja muchas ganancias. Por eso en las escuelas no se trata el asunto como debiera tratarse. En nuestros tiempos, las palabritas y los libros de texto no son suficientes. El niño y el adolescente necesitan ser confrontados con la cruda realidad de sus días. Tan fácil que sería que, ya desde la primaria, agarráramos al chamaco y lo lleváramos a presenciar la autopsia de un drogadicto o de un alcohólico. ¡Y sí, sé que lo que digo es fuerte! ¡Si estar a mis 26 años en una autopsia fue duro, cuánto más para los niños! Pero Yo les aseguro que aunque fuera un trauma muy fuerte, sería mil veces mejor que lo que muchos jóvenes están viviendo ahora. Y sí, también reconozco que lo que digo es duro para los niños, y que no faltará algún psicólogo que quiera reconvenirme; pero Yo prefiero que un chamaco vea cómo muere un drogadicto, así, de la forma más cruda, a saber que el que murió fue Él por la mariconada de no llevarlo a ver las cosas como son.

 

¿Pero qué es lo que hacen? Pues cuando hacen algo, es esto: Llega el maestro con sus libritos, sus discursos y sus diapositivas, para hablar una o dos horas sobre los peligros de la drogadicción, mientras las drogas ofrecen algo mucho más tentador que un aburrido discurso, o unas diapositivas con imágenes que, si bien son impresionantes a la vista, también pudieron ser editadas. ¿Ahora entiende por qué nos están metiendo tantos goles?

 

Y en cuanto a los padres de familia… ¿Qué decir? ¡Si a los hijos a los que nos inculcaron principios nos dio de pronto la gana de agarrar caminos diferentes y probar cosas nuevas! ¿Qué podemos esperar de tanto chavo descuidado e ignorado? ¿Qué podemos esperar de ellos, cuando sus padres solo son padres para traer, o medio traer dinero a la casa, pero no saben platicar con ellos sobre nada? Por eso es que les digo que no teman al COCODRILO; sino a la incompetencia de todos. ¡Que los políticos se dejen ya de discursos baratos! Que la SECRETARÍA DE EDUCACIÓN PÚBLICA tome medidas de a de veras, y que los padres se pongan las pilas. De no hacerse así, mejor déjense de tanto discurso y tanta "preocupación", y resignémonos todos a la triste e irremediable pérdida de los muchachos.

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