miércoles, 26 de agosto de 2015

A NUESTROS QUERIDOS VIEJOS

NOTA: EN LA COLUMNA PUBLICADA ORIGINALMENTE EN EL PERIÓDICO SIEMPRE
LIBRES DICE QUE MAÑANA ES EL DÍA DE LAS PERSONAS DE LA TERCERA EDAD,
LO CUÁL ES FALSO PORQUE ES PASADO MAÑANA; PERO SU SERVIDOR SE
EQUIVOCÓ, Y PREFIRIÓ PUBLICARLA TAL CUÁL EN ESTE BLOG, ACOMPAÑADA DE
LA DEBIDA ACLARACIÓN. GRACIAS POR DISCULPARME.

A NUESTROS QUERIDOS VIEJOS

Mañana es DÍA DE LAS PERSONAS DE LA TERCERA EDAD, y aunque pienso que
nuestros viejos deben ser honrados todo el año, hoy quisiera hablar un
poco de la importancia de tenerlos con nosotros. Así que si usted
tiene algún abuelito en la familia, le pido por favor que le comparta
mi comentario. Me sentiré muy contento y agradecido con usted si lo
hace.

¿Quién no recuerda los consejos del abuelo? ¿Y quién de nosotros no
tuvo una, o dos abuelitas consentidoras como es mi caso? Sin embargo,
resulta realmente lamentable que hoy en día los abuelos no sean tan
respetados, y en algunos casos hasta se les haga a un lado, cuando
fueron ellos los pilares de la familia que tenemos. ¡Yo lo he
escuchado! Nietos que ofenden o maltratan a los abuelos, sin que los
hijos (papás de los nietos groseros y malcriados) hagan nada para
evitarlo. Mire a los abuelos en un convivio, y verá que en la mayoría
de los casos están relegados, algo apartados del ambiente porque
definitivamente nadie quiere sentarse junto a ellos. Cierto que
crecieron en un ambiente muy distinto al nuestro; pero creo que no es
pretexto para no convivir con ellos y escuchar sus historias llenas de
sabiduría.

Ahora bien, Yo quisiera resaltar que hay muchos reconocimientos por
parte del GOBIERNO en sus tres niveles para el adulto mayor, pero
ninguno de esos reconocimientos es sincero. Los políticos solo lo
hacen para que se diga; pero después de la foto les importa un cuerno
cuál sea la situación de las personas de la tercera edad porque así
es la sucia y doble moral que manejan. El verdadero reconocimiento
debe venir de la familia, y es ahí donde hay qué trabajar. Creo que
debemos enseñar a las "nuevas generaciones" a convivir con nuestros
veteranos, quienes trabajaron nuestro mundo, y nos lo dejaron listo
para que nosotros sigamos trabajándolo.

Dice una historia que no es mía: "Durante una conferencia sobre las
grandes diferencias entre generaciones, un Presumido Estudiante se
tomó la molestia de explicarle a un Señor Mayor sentado a la par de
él, el por qué a los viejos les es imposible comprender a los jóvenes:
"Usted creció en un mundo diferente, realmente casi Primitivo". Dijo
en voz lo suficientemente alta para que lo escucharan alrededor. "Los
jóvenes de hoy crecimos con televisión, Internet, teléfonos celulares,
aviones jet, viajes al espacio. Nuestras sondas espaciales han
visitado Marte… Tenemos naves con energía nuclear, autos eléctricos y
de hidrógeno, computadoras con procesos de velocidad de la luz… Y
muchas cosas más". Luego de un breve silencio el Señor Mayor respondió
diciendo: "Tienes razón, Hijo Mío; nosotros no tuvimos esas cosas
cuando éramos Jóvenes… ¡Por eso las Inventamos! Ahora, dime Arrogante
Pendejo, ¿Qué estás haciendo TÚ para la Próxima Generación? ¡Si te
pasas la vida mirando tu celular!"

Dicen que el aplauso fue atronador, y con mucha razón; porque los
viejos nos han dejado, como decía líneas arriba, un mundo ya hecho
para nosotros. Algunos labraron la tierra, otros trabajaron, otros
tantos inventaron algún artefacto de los que ahora nos hacen la vida
más fácil, pero todos nos han dejado algo que debemos agradecer:
Fundaron nuestra familia. Por eso desde aquí, mi más humilde y sincero
reconocimiento a nuestros ancianos, sin que la palabra les ofenda;
porque "anciano" en la antigüedad se le llamaba a quien, por los años,
había adquirido tanta experiencia que podía ser el consejero de un
país. De hecho, en las primeras civilizaciones el SENADO siempre se
conformó de ancianos, y no como ahora que cualquier burro puede ser
votado y ganar ese puesto. Así que, mis queridos abuelitos de todo el
mundo de habla hispana, los que leen en el SIEMPRE LIBRES, los que
leen en mi blog y los que no me leen, pero tienen quién les comente,
de corazón… ¡Felicidades y muchas gracias!

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