viernes, 6 de septiembre de 2019

DESANIMALIZAR A LOS CHAIROS

Ya no hay diferencia, amable lector, entre un fanático religioso y un chairo. Ambos aplauden a su líder haga lo que haga, y este es un mal que el Presidente, con su polarización social, ha venido causando desde 2006. La animalidad de los seguidores de López Obrador es tan evidente, que a nadie le queda duda. Son tan idiotas, que para ellos ya no importa si en los hospitales faltan medicinas para los niños con cáncer, o que la economía no haya crecido una jodida; son tan mediocres y tan ruines, que todo esto les vale madre con tal de que se les siga dando dinero o se les siga haciendo ver, aunque solo sea una ilusión, que el país progresa. ¿Pero en qué hemos progresado?

Cuando se les pregunta, sus estúpidas respuestas son: "Peña Nieto y Salinas fueron peores". O: "Con el PRI estábamos peor". Sin embargo, cuando se les pide que digan por qué no saben hacerlo y es que, cual títeres de la izquierda, solo saben repetir lo que dice el chairo mayor. Podría aceptar cualquier argumento sólido como respuesta, porque todos somos mexicanos y debemos tener una forma de pensar; pero hacer referencias al pasado alegando que "ahora estamos mejor" sin saber en qué, resulta absurdo, tonto y loco. Yo no recuerdo que con el PRI hayan faltado medicinas, ni que por orden presidencial las enfermeras y doctores estuvieran obligados a comprarlas cuando la encargada de ver por la buena distribución de los medicamentos es la Secretaría de Salud. Tampoco recuerdo a ningún expresidente llamando "animalitos" a los pobres, ni que el sistema DIF haya hecho entrega de leche en polvo con cucarachas. Nunca, en mis 41 años de vida, había escuchado que un Presidente perdiera la elegancia y la clase, ni que anduviera en vuelos comerciales como cualquier pobretón hijo de vecino. Lo peor de todo es que la gente vea como progreso este tipo de payasadas, cuando no son más que acciones populistas de un demagogo aspirante a dictador.

Comprendo el resentimiento que el pobre, el enfermo social que prefiere ser objeto de dádivas en vez de mantenerse productivo tiene contra el PRI y lo culpe de todas las desgracias de México sin ponerse a ver que por él pasamos de las balas a las instituciones; pero en su soberana estupidez, hasta en eso se equivocan; porque el chairo no ve que aunque es cierto que todos los políticos, vengan del partido que vengan, han robado al país, el partido del que cree haber escapado es el que ahora lo gobierna. Hay que recordar que el Presidente, junto con muchos que ahora están en su gabinete, se formaron en el viejo PRI que tanto odian y de ahí salieron. Sorprendido estoy de la ingenuidad del naco, que cree que por haberse cambiado de partido, el político puede cambiar su mentalidad corrupta. Y luego se enojan cuando me pregunto si los chairos saben hablar o solo ladran.

Definitivamente que el Presidente tenía razón: sus seguidores son animalitos. Ahora la Secretaría de Educación debe implementar un programa para desanimalizarlos.

Facebook: https://facebook.com/omar.arcenolasco

Twitter: @elbastonazo

Teléfono y WhatsApp: 322 191 10 89.

 


No hay comentarios:

Publicar un comentario