Entre tanto aspirante (y suspirante) a la alcaldía de Puerto Vallarta, son dos las damas que quieren dirigir los destinos de nuestra ciudad; una de ellas abiertamente declarada y la otra no, o al menos Yo no he escuchado que lo diga, aunque sí a sus simpatizantes. Las dos son grandes mujeres de la política y considero sus aspiraciones muy válidas. Una de ellas es Edelmira (la güera) Orizaga, a quien Yo quiero, admiro y respeto desde que éramos compañeros de lucha allá en los buenos tiempos de la CTM y que ahora forma parte de las filas de MORENA; la otra es Alejandra Soledad Gómez Cervantes, a quien Yo personalmente no he escuchado decir que va, pero que ya en los medios se ha difundido su pretensión y tampoco he escuchado que lo desmienta. Ella intenta ser la candidata por mi partido, el PRI. Como sea, con todo y que sí son buenos tiempos para considerar la posibilidad de aventar al ruedo a una mujer, considero que no debe cometerse el error que ya comienzo a percibir y por eso, en esta carta les expongo mis apreciaciones:
MUY APRECIADAS EDELMIRA ORIZAGA Y ALEJANDRA GÓMEZ CERVANTES:
Existen (según el pueblo) tres razones para que una mujer sea candidata a puestos populares y que, seguramente, sus partidos sabrán aprovechar. Dos de estas razones son buenas y la otra es politiquería barata. La primera (que a mi forma de percibir las cosas es buena) es que una mujer que tiene las agallas y la mente fría para gobernar, sabe tomar buenas decisiones y como ejemplo, puedo ponerles a la única mujer que creo que ha sabido hacerlo: Ángela Merkel, quien lleva ya cuatro mandatos como Canciller de Alemania. ¡Una entre mil! Pero pudiera ser que cualquiera de ustedes dos tenga ese temple para gobernar. Eso ya les tocaría demostrarlo de llegar a la silla. La segunda de las razones (que también es buena) es que, en efecto, el pueblo está harto de los mismos nombres y apellidos, llámese como se llame el partido por el que vayan; el pueblo puede aguantar que lo roben, pero lo que no puede aguantar es que cada trienio o sexenio lo roben los mismos. Eso sí es ser demasiado gandaya. La tercera (que es la mala y que los partidos ni siquiera deberían considerar) es que el feminismo del país anda loco y para controlar ese perrerío hambriento de sangre, es necesario darle algo que le entretenga y le haga olvidarse de andar inventándose días sin mujeres, grafiteando paredes y destruyendo el patrimonio de la nación con el pretexto de que "no hay justicia para el género femenino".
Pues bien, voy a hablar fuerte y duro porque ya saben ambas que así hablo Yo: El error que Yo percibo, tanto en los simpatizantes de una como de la otra, es que se están basando precisamente en la última, promoviendo, no un Gobierno para todos, sino "un Gobierno para las mujeres". ¿Hay algo de malo en que un Gobierno tome en cuenta a la mujer? No, nada; lo malo es tener un Gobierno enfocado en uno solo de los sexos. Yo, como ciudadano, quiero un Gobierno que tome en cuenta a la mujer, sin dejar de tomar en cuenta al varón; y en los dichos de quienes ven la posibilidad de que una mujer llegue a gobernarnos (muchos de ellos simpatizantes de ustedes), parece como si ofrecieran, no un municipio con igualdad en cuanto a derechos y obligaciones para todos, sino un Gobierno enfocado únicamente a satisfacer la ira de las emperradas feministas; discurso que puede que les haga ganar, pero que también les traerá consecuencias muy desagradables cuando su agenda, por lógica, no pueda ser enteramente rosa porque habrá compromisos que cumplir y de eso no se salvarán ni siendo mujeres.
Consejo no pedido, pero dado con todo el aprecio: No caigan en ese error. Luchen; hagan la mejor de las campañas; ganen; gobiernen; pero desde el principio háganlo para todos. Y como dijo Pedro Infante: "Aquí queda como amigo, su afeitísimo y atento y muy seguro servidor".
Facebook: https://facebook.com/omar.arcenolasco
Twitter: @elbastonazo
Teléfono y WhatsApp: 322 191 10 89.
No hay comentarios:
Publicar un comentario