lunes, 16 de marzo de 2015

¿Y QUÉ ESPERABA ARISTEGUI?

LE RECUERDAN QUE SOLO ERA UNA EMPLEADA. Independientemente de que
creamos que ARISTEGUI tuvo o no la razón al poner un ultimátum a MVS
RADIO, debemos reconocer que ninguna empresa radiofónica permitirá
jamás que vengan a toserle en el micrófono, y mucho menos al aire en
cadena nacional. Por tanto, el despido de la periodista ya era
evidente, y esperado por todos desde el viernes. ¿Qué sorprende a sus
defensores?

Recordemos que, moralmente aceptado o no, una empresa tiene el derecho
de tener los empleados que mejor le parezca, sea porque los considera
buenos, eficientes, o necesarios; y que si no desea que sigan
laborando, lo que debe hacer es despedirlos conforme a la ley. Además,
si tales empleados demandaran, la LEY FEDERAL DEL TRABAJO ofrece dos
opciones: 1: Que la empresa los reinstale, o 2: Que los finiquite
conforme a derecho. En ese orden de ideas, MVS RADIO no está obligada
a someterse al ultimátum lanzado por CARMEN ARISTEGUI el pasado
viernes, en el que exige el regreso de dos de sus colaboradores que
fueron despedidos por utilizar el nombre de la empresa para fines
ajenos a ella; en cambio, sí puede (como lo hizo) tomar la decisión de
despedirla también a Ella, ya que habló contra los intereses de la
misma y ante miles de mexicanos que todas las mañanas la escuchan. Lo
hizo desde los micrófonos de la misma empresa, en el espacio que le da
la misma empresa, y por tanto, la empresa tiene el derecho de abrirle
la puerta para que salga. ¿O no?

Piénselo y analícelo un poco amable lector. Es como si Yo escribiera
contra el periódico para el que colaboro, y luego esperara que sus
dueños me vieran bien; o como si Yo hablara mal del CENTRO DE ESTUDIOS
UNIVERSITARIOS ARKOS delante de los alumnos, y luego esperara que la
escuela me aplaudiera y se sometiera a mis berrinches. Eso no sucederá
jamás en ninguna empresa. Pretender hacerle mano de puerco a MVS
mediante la presión mediática, y utilizando los mismos micrófonos de
la empresa, no iba a dar buenos frutos por más libertad de expresión
que haya en MÉXICO. ¿O usted permitiría que alguien viniera a
insultarlo a su propia casa? ¿Permitiría, por ejemplo, que la muchacha
que contrató para que le ayude en las labores domésticas viniera a
quererle imponer órdenes acusándolo de represor si no accede a sus
pretensiones? Piénselo y verá que lo que digo tiene más sentido que lo
que arguyen los defensores de ARISTEGUI.

Lo que sí es cierto, es que MVS perderá una gran cartera de escuchas,
y principalmente perderá a los resentidos de la izquierda, que eran
los que gustosos sintonizaban el noticiero de las seis de la mañana
por ser Ella misma una mujer de izquierda, aunque a Ella, a diferencia
de la mayoría de los callejeros manifestantes y anarquistas, sí le
pagaban por serlo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario