viernes, 13 de marzo de 2015

Y SE NOS VINO LA REFORMA

Dicen los del PODER JUDICIAL que no hay retraso en cuanto a la entrada
de los juicios orales en JALISCO, ya que tenemos hasta el 2016 para
hacerlo y en VALLARTA entran en vigor el próximo domingo; pero en mi
opinión sí hay retraso, y consiste no en estar fuera de término, sino
en que JALISCO, siendo de los hermanos mayores de la federación, es de
los últimos en implementarlo. NAYARIT, uno de los estados más jóvenes,
ya lo tiene desde hace tiempo. ¿Entonces qué? ¿Hay o no hay retraso?

Como sea, es importante hacer algunas reflexiones sobre la entrada del
nuevo sistema porque, sabiendo que se nos viene, algunos periodistas
se han dedicado a crear falsas expectativas en la ciudadanía
anunciando que ya la cosa va a cambiar y en serio. Al respecto,
primero hay qué decir que el viejo sistema no se irá del todo, al
menos en unos 3 o 4 años. Recuerde usted que hay asuntos penales que
se están resolviendo todavía con el viejo código de procedimientos, y
así seguirán. Lo que es más, si a usted lo agarran hoy, todavía le
aplicarán el viejo, y no el nuevo código. Además, con el fin de
prevenir, habría qué hablar también de algunas prácticas que la
policía lleva a cabo en los lugares donde ya está en vigor el nuevo
sistema penal. Prácticas como llevarse a los aprehendidos a municipios
donde todavía no se implementan los juicios orales, y acusarlos allá
para que no alcancen los beneficios del nuevo sistema. No me lo estoy
inventando amable lector; estas cosas han sucedido y periódicos de
circulación estatal como EL INFORMADOR, han dado puntual cuenta de
todo.

En cuanto al MINISTERIO PÚBLICO, veremos desde el domingo cómo se
comporta la reforma en nuestro PUERTO VALLARTA, y si es que realmente
la FISCALÍA sabrá conducirse a la altura de un sistema penal diferente
al que por décadas vino implementándose, y que tanto y tan endemoniado
poder le dio.

Por supuesto, el nuevo sistema también nos pondrá a prueba a nosotros
los abogados, y pondrá a temblar a los abogados que no se hayan
capacitado, situación que debe preocupar, y mucho, a toda la
ciudadanía. Y es que muchos de mis colegas decían: "No creo que se
vaya a implementar". Lo cuál equivalía más bien a decir: "No quiero
que se implemente". Conocían de memoria el caminito que les marcaba el
viejo sistema, y no les interesaba actualizarse en el nuevo porque, ni
querían, ni creían que fuera cierto. Pues resulta que sí se
implementará, y muchos de ellos ahorita no saben un carajo sobre lo
que deben hacer. Pregúnteles usted cuántas etapas tiene el nuevo
proceso penal, y nada le sabrán decir porque no han tomado ningún
curso de actualización... ¡Pero olvídese usted de cursos! Ni siquiera
han tenido a bien tomar el CÓDIGO NACIONAL DE PROCEDIMIENTOS PENALES
para darle una leidita. Pregúnteles cuál será ahora la función de la
policía investigadora, o cuál será la del ministerio público, y los
dejará perplejos. Lamentable para la ciudadanía. ¿O no?

Por lo pronto, ahí lo tenemos ya, y como abogado que soy estoy
contento de haber conocido en la práctica el viejo sistema, y de haber
sido testigo del cambio que, sea para bien, se nos vino en cuanto a
los juicios penales.

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