¿PALABRA DE HONOR?

A raíz de mis anteriores columnas sobre derecho, he recibido muchas
llamadas y he dado ya muchas consultas al pueblo sobre diversas
inquietudes, y esto me permite conocer la problemática que se vive
diariamente en nuestra ciudad. De esas llamadas y de las preguntas que
usted me hace, es que Yo tomo los temas que abordo con el fin de
ilustrar a todo aquel que se toma el tiempo de leerme; y como ya son
tres personas las que me piden asesoría porque arrendaron alguna casa
o local pero sin contrato por escrito, o sea de boca y de palabra,
quiero abordar el tema.

La compasión es negocio para el que pide, pero no para el que da.
Siempre lo he dicho y hasta me han criticado muchos; pero es la verdad
y hay qué saber reconocerlo. Un ejemplo totalmente comprobable es el
siguiente: Una familia muy pobre llega a rentarle la casa, y usted,
como los ve sencillos y de buenas costumbres, decide no hacerles un
contrato por escrito; les abre las puertas, y ya sea por quedar bien
con algún DIOS o por ayudar de veras, deja que se instalen sin
pedirles siquiera un depósito o un mes de renta por adelantado porque
confía en esa gente tan "pobrecita"; pero resulta que pasa un mes, y
la "pobrecita gente" ya no se acuerda del favor que le hicieron, y
muerde la mano de aquel que le dio de comer. Se niegan a pagar la
renta porque ya vienen bien asesorados y saben que un juicio para
sacarlos de la casa tarda muchísimo tiempo. De modo que usted puede
demandarlos, pero mientras tanto, legalmente no puede sacarlos y
siguen viviendo de a gratis en su casa mientras usted hace bilis
porque, además de que está perdiendo dinero, los "pobrecitos" se
burlan de usted cada vez que lo ven. Cuando logra sacarlos, han pasado
ya nueve meses, y perdió muchos clientes potenciales. ¿Le suena
conocida esta historia?

Pues sí; lamentablemente, es la situación de muchos dueños de
inmuebles que por buena fe rentaron sus casas, terrenos o locales sin
mediar contrato escrito, y ahora sufren las consecuencias. ¿Cuál es la
solución? Búsquenos a nosotros los abogados, y nos encargamos de
hacerle un contrato a la medida. Alguno podría decirme: "Oye OMAR,
pero Yo puedo ir a la papelería y comprar un machote de contrato; lo
lleno, lo firmamos y listo. ¡No necesito ir a buscar a un abogado para
que me cobre!" Como usted quiera, pero Yo ya lo dije una vez: Para mí,
esos contratos le quitan seriedad a todo asunto. Es cierto que todo
contrato que contenga la firma de quienes lo hacen es bueno, pero Yo
en lo personal nunca haría un contrato utilizando los machotes de las
papelerías por una simple razón: Un contrato, cualquiera que sea y
para cualquier cosa, es como un traje de sastre. Debe ser hecho a la
medida, con cláusulas especialmente adaptadas para el caso suyo, y
previniendo problemas que pudieran surgir en caso de un pleito. Eso no
puede hacerse con los machotes de las papelerías porque en ellos, ya
vienen escritas todas las cláusulas, y no hay modo de meterle más.
Eso, a usted lo deja desprotegido de muchas cosas que ahora, por
cuestiones de espacio, no puedo explicarle con detenimiento.

LA OFERTA DE HOY

Lo que sí puedo decirle es que hoy solo regalaré tres consultas
gratis, y mire que sí las doy. Así que deje de comerse las uñas,
agarre ese teléfono y llámeme ahora mismo al número telefónico que le
dejo al final. ¡Quítese la preocupación de una buena vez! Conozca las
dimensiones de su problema. Contacto: elbastonazo@hotmail.com y 044
322 19 1 10 89.