El pasado domingo, discutiendo con uno de esos pejistas que sueñan con comer y vivir bien sin esforzarse como les promete López Obrador, me decía con vehemencia: "La tierra, licenciado, es de quien la trabaja porque ese es uno de los postulados básicos de la revolución". A lo que Yo le replicaba: "Ni la tierra, ni la empresa ni nada es de quien la trabaja; sino que como bien dice un comentario que leí por ahí, la tierra es de quien tiene el dinero para que Tú la trabajes". Él se enojó porque cuando a un morenista se le da con la razón en la cara no sabe otra; pero es la verdad y si no, nomás pongámonos a analizarlo.
Primero, si la tierra o la empresa fueran de quien la trabaja, usted que es camarista, botones, o que tiene cualquier puesto en uno de los hoteles de nuestra ciudad, sería ya el dueño de este. ¿Por qué? Pues porque usted es el que trabaja incluso más que el dueño y por lo tanto, si seguimos esa premisa de que "la tierra es de quien la trabaja", entonces el hotel debería ser suyo. No es así. ¿Por qué? Pues porque la tierra es más bien del que tiene el capital. ¡Así de sencillo! No sé cómo la gente puede creerle al loco de Andrés Manuel sus promesas. ¡Ni siquiera siendo Presidente podría cumplirlas! Pero bueno, ese nomás es el primer punto; sigamos analizando.
Supongamos que Yo soy empleado de alguna empresa y me parto el lomo trabajando todos los días de sol a sol; entonces un día llega el Peje y me dice: "Pues como la tierra es del que la trabaja, y Tú la trabajas diario, aquí tienes los papeles. La empresa es tuya por decreto". Pues bien, primero habría que ver qué hacemos con el antiguo dueño al que, sin más ni más, se le acaba de expropiar la empresa sin justificación alguna, y sin ponernos a pensar en el dinero que Él invirtió para comprarla. Luego hay que ver otra cosa: Desde el momento que Yo me convierto en el patrón, dejo de trabajar la tierra y en mi lugar se quedará, irremediablemente, otro empleado que ahora será el que la trabaja. Como "la tierra es de quien la trabaja"… ¿Vendrán a quitármela a mí para dársela a Él? Por favor señores seguidores del loco mesías, sean serios.
Pero el mexicano promedio, en vez de analizar estas cosas, se pone a maldecir al rico por tener mucho, se queja del Gobierno porque "es corrupto", vive soñando que un día el Gobierno le dará para vivir sin trabajar, que se saca la lotería, que le dejan una herencia (cuando puros parientes pobretones tiene), o ya de plano que se le aparece la virgen de Guadalupe y le hace el milagrito de hacerlo rico; y nunca se pone a pensar que el rico no es rico por huevón ni mantenido; sino porque mientras la mayoría se pasa el fin de semana echándole a la bebida, viendo futbol y pensando en cuándo volverá a ser fin de semana para volverse a empedar, el rico se levanta todos los días con el firme propósito de hacer crecer sus empresas y le echa coco para lograrlo. Ojalá la mayoría de mis paisanos se levantara un día con una gran idea para poner en marcha. Alguno me dirá: "Pero Omar, para abrir un negocio se necesita financiamiento y al pobre no le dan". Pues bien, el pobre no sabe conseguir financiamientos para progresar; pero dígale de conseguir lana para la quinceañera de su hija o háblele de conseguir cinco mil dólares para pasarse a los Estados Unidos, y sabrá Dios cómo pero los consigue en unos días. Si así puede conseguir para la quinceañera o para el coyote… ¿Cómo es que no consigue para progresar en la vida? Otro ejemplo más común: ¿Cómo es que en esas colonias pobres los niños andan sin zapatos pero los papás siempre tienen para la caguama? ¡Y digo "para la caguama" por no decir que para el churro de mota!
Entendamos de una vez y pongámonos a trabajar en ello: La tierra no es del que la trabaja, sino del que tiene dinero para que alguien la trabaje; o lo que es lo mismo: Con dinero baila el perro; sin dinero bailas como perro y eso no se puede cambiar. Tengo otras formas de decirlo pero creo que con esto nos basta. WhatsApp: +523221911089.
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