lunes, 20 de agosto de 2018

LA PROSTITUTA SAGRADA

En mi casa, amable lector, se hace lo que Yo digo y brínquenle las feministas por donde quieran. A pesar de que hoy ya A los hombres se les enseña que deben ser femeninos, por no decir que maricones, y que en el hogar parecen tan deshuevados, con la venia y sin ella, debo decirles que a mí todavía me quedan y si les faltan les presto. ¿Pero por qué he de comenzar con estas bravatas? Por el tema que debo, y voy a tratar. Léame hasta el final y luego me la mienta si quiere.

Hay matrimonios que se rompen porque la pareja ya no se halla, por la metiche y entrometida de la suegra o porque alguno de los dos encontró lo que buscaba en otra persona; pero que el matrimonio acabe porque la señora se lleva más en la iglesia y menos en los quehaceres de la casa, eso sí que es peor que una mentada. La fe es algo respetable que todos tenemos; creer en algo forma parte del ser humano desde que el mundo es mundo, y hay quienes creen en dioses, demonios, santos, ángeles, líderes religiosos y cuanta cosa; pero cuando la fe se desborda como el agua del río cuando llueve, entonces resulta muy dañina. No exagero cuando le digo, amable lector, que hay mujeres que por servir a la iglesia han dejado de servir al marido y a los hijos. ¿Eso es bueno? Por supuesto que no. Chillen y pataleen curas y pastores, pero el primer deber que las mujeres tienen, es con el marido y con los hijos porque hasta en la misma Biblia dice: "El que no provee primero para los de su casa, ha negado la fe y es peor que un incrédulo". Pero estas mujeres descuidan sus hogares arguyendo que "primero hay que servir a Dios". El problema es que si ya la vieja no sirve para hacer de comer, no sirve para cuidar a los hijos y ya ni para la cama funciona tampoco porque llega cansada de "servir a Dios", entonces ya no sirve para nada. Caballeros; ¿qué hay que hacer con Ellas?

Si es mujer la que me lee, atienda mi consejo; porque en el tema de los hombres, es mejor el consejo de un hombre que el de una mujer, a la que educaron ocultándole tantas cosas. ¿Quiere servir a Dios? Comience poniendo el ejemplo en el hogar. Su Dios no tiene cuerpo, ni puede ser visto por su marido y sus hijos, excepto si usted tiene un comportamiento que dé testimonio de que Él existe realmente. Abandonando las labores del hogar, dejando que sus hijos agarren por donde les parezca nomás porque usted está muy ocupada con las damas de la lengua perpetua, con la chismenil en la iglesia protestante o quedando bien con la familia del pastor (por no decir que a veces hasta con el pastor), no logrará jamás predicar a Dios y en cambio, lo que sí logrará es que el marido se vaya con otra mientras usted va y le chilla a cualquier feminista contándole "la injusticia que le hicieron".

¿Le parezco machista? ¿Le parece que mis comentarios son muy duros? Tiene de dos aguas, amiga: O los toma y los atiende, o me deja de leer; pero cambiar mi forma de pensar ya no se puede. Soy bien machista y a veces hasta clasista; y lo peor es que hasta me gusta; pero nadie podrá negar que les hablo directo a la consciencia y que lo que digo tiene fundamento. Yo considero que si para el que se mete a una secta las marihuanadas de un ministro de culto son más importantes que el esposo o la esposa, entonces hay qué abrirle las puertas de par en par para que se vaya con Él, y si lo desea, que sea el ministro de culto quien le ayude en sus noches calientes. ¿Yo para qué quiero una vieja que mida y juzgue mis actos conforme a lo que le dice cualquier idiota?  ¡Nunca! Y si alguno de ustedes está pasando por esos problemas, mi consejo es que hay qué arreglarlos con firmeza. Si mi esposa me saliera con esas, o si quisiera obligarme a ir a la iglesia como algunas cristianas feministas aconsejan, siendo Yo respetuoso de las creencias de cada uno, le diría que le firmo el divorcio y que se vaya; pero eso sí, que no se le ocurra volver. Si se va pues bueno; y si se queda ya sabe cómo han de ser las cosas. Eso es lo que Yo haría, y creo que es lo mejor. Aquí les dejo, pues, mi homilía hermanos. Amén. WhatsApp: 3221911089.

No hay comentarios:

Publicar un comentario