MENTIRAS Y VERDADES SOBRE EL TOQUE DE QUEDA

Los ayuntamientos tienen muchas facultades, entre las cuáles (desafortunadamente para nosotros ahora) está la de cerrar los negocios que consideren pertinente; pero tal vez, amable lector, con lo que estoy a punto de decir voy a molestar a muchos; como sea, ahí le va: El "quédate en casa" es hasta ahora solo una recomendación, y no un deber como se nos quiere hacer creer. "¿Qué dices Omar?" Nomás lo que es, y para decirlo no me baso en un berrinche, sino en la ley, que es de donde debe venir toda respuesta cuando se nos advierten cosas como esto de que nos van a encerrar a la fuerza en nuestras casas o que la policía va a disolver nuestras reuniones. Siga leyendo para explicarle.

 

De un tiempo a la fecha, leo que poco a poco se nos irán apretando más las tuercas a quienes decidimos salir o reunirnos con nuestra familia, tal como ya se hace en otros estados y municipios del país; pero eso no puede ser. No legalmente. Incluso aunque se diga en los medios que "habrá toque de queda" y que "debemos quedarnos en casa", la verdad es que hasta ahora no hay todavía tal deber, ni puede haberlo a menos que se haga como lo establece la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; la cuál, por cierto, no da facultades a ningún Gobernador o Alcalde para mandar que nos encerremos. Esa es la razón por la que el Alcalde de Puerto Vallarta, el Gobernador de Jalisco, y todos los alcaldes y gobernadores del país, están imposibilitados para ordenar lo que suele llamarse "toque de queda", y que legalmente se llama suspensión o restricción de derechos y garantías. Simple y sencillamente no pueden. No es cosa mía; no pueden y se lo voy a comprobar.

 

Dice el Artículo 29 párrafo primero de la Constitución lo siguiente: "En los casos de invasión, perturbación grave de la paz pública, o de cualquier otro que ponga a la sociedad en grave peligro o conflicto, solamente el Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, con la aprobación del Congreso de la Unión o de la Comisión Permanente cuando aquel no estuviere reunido, podrá restringir o suspender en todo el país o en lugar determinado el ejercicio de los derechos y las garantías que fuesen obstáculo para hacer frente, rápida y fácilmente a la situación; pero deberá hacerlo por un tiempo limitado, por medio de prevenciones generales y sin que la restricción o suspensión se contraiga a determinada persona."

 

¿Lo ve? Solo el Presidente con aprobación del Congreso puede hacerlo, y no lo ha hecho. El día que lo haga, Yo le juro que me encierro a piedra y lodo porque sé que entonces sí me expongo a ser arrestado o incluso muerto a manos de la Guardia Nacional si salgo, pero hasta ahora López Obrador no lo ha decretado y solo se ha limitado a invitarnos a que nos quedemos en casa. Que nadie me considere rebelde por lo que digo; mi punto es que Yo entiendo que gobernadores y alcaldes prefieran tenernos en la casa por cualquier cosa, pero deben decirse las cosas como son. Lo hacen para cuidarnos y no es un deber, y hay que hacérselos entender a los asustados que día a día quieren imponernos el encierro y pobres de nosotros donde no lo hagamos, porque entonces somos "irresponsables", y "culpables de todos los muertos que pudiera haber" por el mentado Coronavirus. ¿Qué le parece?

 

Y por supuesto, la policía tampoco tiene facultades para disolver nuestras reuniones si son en casa, porque dice el Artículo 16 de nuestra Constitución, y en el caso de Puerto Vallarta también el Reglamento de Policía y Buen Gobierno, que "nadie puede ser molestado en su persona, familia, domicilio, papeles o posesiones, sino en virtud de mandamiento escrito de la autoridad competente, que funde y motive la causa legal del procedimiento." Lo que significa que esta orden de la que nos habla el artículo que acabo de citar, debe ser por escrito, venir de la Fiscalía o de un juzgado, y por delito tipificado en el Código Penal; de otra forma, nadie puede molestarnos ni detenernos.

 

Si usted quiere prevenirse hágalo; está en todo su derecho. Pero no imponga el encierro a otros, porque habemos quienes no creemos en la mortalidad del virus y en el caso remoto de que sí mate como dicen, no estamos dispuestos a vivir nuestros últimos momentos encerrados y privados de los placeres del mundo. Por mi parte, mañana es mi cumpleaños número 42 (salí bien librado y sin pérdidas del 41) y puesto que en realidad no hay toque de queda, voy a salir a celebrarlo. Si me agarran ahí le cuento el lunes; si por esto me considera irresponsable, nomás no se junte conmigo y tan amigos como siempre. Nos leemos el lunes.

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