Amables lectores, desde hace como una semana estoy leyendo muchos comentarios en el Facebook respecto a la de Alfaro. Algunos comentan que la tiene más grande, otros que la tiene tan gorda y completa que hasta "da gusto agarrarla", y mientras tanto discriminan la del Alcalde porque dicen que "está bien chirris". Yo no he podido (ni he querido) comprobar nada de lo que se dice y me remito solo a repetir lo que el pueblo anda divulgando; sin embargo, lo que sí digo es que a nadie le viene mal una despensa venga de quien venga y como esté porque al cabo, en estos tiempos de contingencia, nadie me va a venir a contar que come carne todos los días. ¿O sí?
Y si pensó mal, pues qué malpensado es; porque Yo tengo una mente blanca y pura y en efecto, hablaba de las despensas que se están repartiendo como ayuda a las personas que más lo necesitan y la verdad, debo decir con vergüenza que mi pueblo se ha visto muy ingrato y malagradecido al criticar lo "poquito" que el Alcalde está dando y todavía tener el descaro de compararlo con lo que da el Gobernador. ¿Y en qué consiste la ingratitud del pueblo? En que, sea por lo que sea, hay una contingencia económica y por tanto, si un kilo de frijol negro entra a la casa como regalo, ese kilo de frijol negro debe agradecerse en vez de criticarse. Mucha gente que está recibiendo ayuda del ayuntamiento se queja, que dizque porque la bolsa que le dan nomás trae frijol, arroz, lentejas y avena. Con todo respeto… ¿Cuántos kilos de carne quería? ¿Y de la fina y selecta carta de vinos cuál le ponemos? El kilo de frijol, el de arroz y el de lentejas cuesta entre 28 y 35 pesos, por lo que al darle nomás esas tres cosas, le están ahorrando entre 84 y 115 pesos. El salario mínimo es de 122. ¿Se da cuenta de que casi le están regalando un día de salario en comida?
Disculpe mi sarcasmo; no intento ser despectivo pero el mexicano promedio no tiene la cultura de ahorrar e invertir su ahorro; todo lo gasta en cuanto llega y no sabe hacer un presupuesto que le permita tener un guardadito para tiempos difíciles; pero sí quiere que el Gobierno lo aliviane cuando llegan este tipo de situaciones. Pues bien, sea por ganar adeptos o porque alguno sí tiene el buen corazón que dice tener, gobernadores, alcaldes, iglesias, uno que otro regidor y hasta un Diputado que quiere ser Alcalde en el próximo trienio se están organizando para llevar una ayuda a los que menos tienen, pero ojo: Dije AYUDA y se lo pongo así con mayúsculas, porque el pueblo no sabe distinguir entre ser ayudado y ser mantenido, y cuando oye "despensa", imagina buena comida, ropa y calzado. ¡Y cuidadito con que no le den lo que esperaba! Porque aun comiéndose lo que le dieron, critica y señala como si el Gobierno lo hubiese parido. Si lo que le dan se le hace poquito o de plano no lo quiere, déjelo para el que sí lo aprecia. ¿Pero verdad que no lo deja?
Muchos me dicen: "Pero Omar, ese dinero con el que se compran las ayudas es de nuestros impuestos". ¡Y es cierto! Solo que nuestros impuestos no son para comprar comida y mantenernos; son para construir hospitales, escuelas, carreteras, y para todo lo que requiere un país. Por eso desde este espacio les digo: "Gracias". Gracias ciudadano Enrique Alfaro, Gobernador Constitucional del Estado de Jalisco; gracias Presidente municipal de Puerto Vallarta, Ingeniero Arturo Dávalos; gracias señores regidores y diputados que anden repartiendo; gracias a los líderes religiosos y a todos aquellos que están llevando ayuda al necesitado, contenga lo que contenga su paquete. Gracias infinitas, porque hay mucha gente que vive al día y que sea cual sea la intención con la que lo hagan, por ustedes esa gente tiene algo que echarse a la boca y mantener a sus niños. Gracias a todos, por todo. Nos leemos el viernes.
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Acertaste en el clavo
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