viernes, 17 de julio de 2020

CRÓNICA DE UN ENCIERRO ANUNCIADO

Ya los médicos que conozco me habían advertido que, aunque Yo no crea en la mortalidad del Covid, si llegara a tener algún síntoma (lo cuál es imposible porque ya dije que no voy a contagiarme de nada aunque les duela a los cuenta muertos) no fuera a los hospitales ni a la Cruz Roja. Nunca supe ni entendí por qué, pero eso me dijeron. El pasado martes recibí la llamada de una de las lectoras del Siempre Libres y entonces lo entendí. Voy a citarle textualmente las palabras de esta mujer, de quien me reservo el nombre para proteger su privacidad.

 

"Fui a pedir suero a la Cruz Roja porque no había comido nada debido a una infección que ya me atiendo con un médico privado; pero al llegar, me tomaron la temperatura y quisieron aislarme que dizque porque Yo tenía Coronavirus. Por más que les expliqué que ya me estaba atendiendo con doctor particular y que lo que tenía era una fuerte infección de estómago, ellos insistieron en su idea de encerrarme, por lo que con ayuda de mi papá y mis hermanas salí corriendo del lugar. Como temíamos que nos siguieran, no paramos de correr hasta que cruzamos la puerta de la casa y nos encerramos". A ver… Vamos analizando este asunto porque aquí de entrada hay dos puntos interesantes:

 

Primero, desconozco si en Puerto Vallarta la Cruz Roja cuenta con instalaciones para aislar gente. Yo he estado ahí un par de veces, pero ha sido para solicitar certificados de buena salud y de esa ventanilla no he pasado jamás; sin embargo, tengo entendido que para saber si una persona tiene Covid hay que hacerle una prueba, y Yo imaginaba que esta prueba era más que simplemente tomarle la temperatura. La pregunta, directa y sin hipócritas diplomacias, es esta: ¿Es así como están elaborando la estadística de quienes supuestamente padecen Coronavirus? ¿Fue así como se sacaron que el Covid está alcanzando a diez vallartenses por día? Con todo respeto, Yo entiendo que se cuelguen de la reata. ¿Pero que todavía se columpien? Ya ni la chiflan. ¡Y luego lloran porque uno no cree en su pandemia pedorra! Ahora entiendo la razón de tantos mitos y rumores que se han creado en la población acerca de una supuesta matanza en los hospitales. De antemano les digo que tales mitos y rumores me parecen desatinados, pero al pueblo no y cuando en una institución seria como la Benemérita Cruz Roja se dan estas situaciones, estos chismes se alimentan y crecen todavía más.

 

Esto nos lleva al segundo punto por analizar. Reza un dicho popular: "No hagas cosas buenas que parezcan malas". Si mi amiga les decía que ya estaba siendo atendida por doctor particular a causa de una infección estomacal y que solo iba por suero… ¿Por qué ese afán de encerrarla de todas formas y a como diera lugar? ¿Para qué? La Ley General de Salud es muy clara cuando dice que si somos mayores de edad, tenemos derecho a decidir si nos sometemos a un tratamiento o no. Por otra parte, tener fiebre alta no es suficiente argumento para decir "te aíslo". ¿Por qué querían encerrarla contra su voluntad? ¿Para inflar sus estadísticas de contagiados y hasta de muertos? Es pregunta.

 

Finalmente debo decir que ayer hablé con mi amiga y está muy recuperada. Sigue en su casa y en su familia no hay enfermos de nada, por si alguno de los amantes de María Pandemia pensó en argüir que tal vez Ella sí tenga el virus pero que es medio asintomática. Me pregunto (y nomás por mi inocente y pura curiosidad) qué habría pasado si se deja aislar.

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