La ARQUIDIÓCESIS PRIMADA DE MÉXICO se sacudió ayer cuando, a eso de las diez treinta, se recibió un paquete, según esto muy sospechoso, por lo que inmediatamente trajeron personal capacitado para abrirlo. Se trataba de un paquete que contenía un petardo dirigido al cardenal RIVERA. La pregunta es: ¿Por qué?
Según el vocero de la ARQUIDIÓCESIS, sacerdote HUGO VALDEMAR, no es la primera vez que se recibe este tipo de paquetes, lo cuál, solo viene a confirmar que el disque respetable cardenal se la debe a alguien que en repetidas ocasiones ha intentado asesinarlo. ¿Será que se la debe al mismo que, en el 94, asesinó a balazos al cardenal POSADAS?
No nos engañemos. Todos somos libres de tener nuestras creencias y ejercer o no los preceptos de alguna religión. Sin embargo, reconozcamos también que la iglesia, nunca jamás ha vivido de la piedad y si esto le sucedió al cardenal NORBERTO RIVERA, no es porque le guste rezar u oficiar misa cada domingo en la catedral. El entrometido cardenal anda en malos pasos y eso es más que evidente. Y aún cuando el mensaje de la iglesia es que no pasa nada, habrá qué ver si, mañana domingo, el cardenal sale a oficiar. De hacerlo, estaría desafiando públicamente a quienes quieren matarlo y, de no hacerlo, el mensaje a la grey católica será claro. Tiene miedo y, muy a pesar de los dichos de su vocero, NORBERTO RIVERA sí tiene miedo y lo que es peor, sí pasa algo. Seguiremos la pista de esta noticia.
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