JOTERÍA LEGISLATIVA

Las civilizaciones antiguas como EGIPTO, BABILONIA, los MEDOS y los PERSAS, roma, etc. Tenían castigos bárbaros para quienes se brincaban las leyes, pero tenían también un indiscutible control sobre la sociedad que gobernaban; y las leyes, si bien surgían por la necesidad de sancionar los arrebatos de la condición humana, sí servían para lo que eran. ¿Qué pasa hoy en día?

 

Que a diferencia de aquellos, nuestro LEGISLATIVO crea leyes para calmar a las masas; pero no con el propósito de mejorar la raza, sino de ganar simpatías como siempre lo he asegurado en este espacio. ¿Hay mucho lavado de dinero? Pues creamos una ley contra el lavado de dinero y listo. ¿Hay mucho secuestro? ¡Pues hay qué crear una LEY ANTISECUESTRO! Si nuestros flamantes diputados fueran menos pendejos, (ofrezco disculpas al pueblo por esta última palabra pero es que escribí varias y ninguna sonaba tan bonito) lo que harían es asegurar que las leyes ya existentes se cumplan, y de paso quitarle ese poder endemoniado al MINISTERIO PÚBLICO para que no tenga la oportunidad de corromperse en ningún caso, y para que las denuncias por lavado prosperen. Pero no; en vez de eso, prefieren calmar al pueblo anunciando que crearon una ley más, la cuál los delincuentes se van a pasar por en medio de las piernas como se pasan las otras.

 

Otro ejemplo que siempre he puesto es este: Se quejan las masas de la violencia contra la mujer en CIUDAD JUÁREZ, y lo que ESTÚPIDAMENTE se hace en vez de utilizar los mecanismos que ya se tenían para agarrar al maniático que las estaba matando, es tipificar en nuestras leyes el delito de FEMINICIDIO, que no es otra cosa que el delito de HOMICIDIO ya señalado en nuestros códigos penales, solo que con la agravante de cometerse contra una mujer. Con eso hubo para festejar a lo grande, y que los noticieros se desgañitaran gritando que ahora las mujeres estaban protegidas. Con eso las instituciones de viejas feministas, mitoteras y escandalosas cantaron victoria, y salieron a hacerse las inteligentes dando declaraciones como si al asesino le hubiera importado mucho que al homicidio de una mujer le cambiaran el nombre. Por cierto… ¿Y el asesino? ¿Cuándo fue que lo agarraron? ¿Ya nos lo presentaron? ¿Cuántos años de cárcel le echaron? ¿Sirvió de algo el teatro que se hizo cuando salieron a anunciar con bombos y platillos que ahora había FEMINICIDIO? No lo creo. Las madres de las mujeres desaparecidas en JUÁREZ todavía lloran de impotencia, y sin embargo, la supina estupidez de aquellos diputados les hace pensar que han cumplido con la sociedad. Dijera el italiano: "Porca miseria". ¿A poco no?

 

Ciertísimo es que en los tiempos antiguos, al ladrón se le cortaban las manos y es de aceptarse también que no sería un espectáculo muy agradable; pero de eso a lo que se hace con el ladrón hoy, mil veces preferiría lo otro. Porque hoy, al ladrón se le castiga según lo que haya robado. Si se robó unas papas en la tienda le dan cinco años de cárcel; pero si se robó algunos millones de pesos lo hacen diputado, senador, alcalde, regidor… Bueno, hasta PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA si fuera posible.

 

Y es que nuestros gobernantes, sean del partido que sean, no solo perdieron la vergüenza y la dignidad; también perdieron el rumbo. Hoy se crean y se derogan leyes a conveniencia política, pero cuando se trata de fajarse los pantalones ante una problemática real en nuestra sociedad, descubrimos que tenemos en las curules a un montón de maricones a los que les faltan tanates para tomar decisiones a la hora de las soluciones, porque temen lo que de ellos vaya a pensarse. Antes de promover cualquier ley o disposición, lo que analizan es la posible reacción de los medios en vez de pensar en las mejorías del pueblo. De modo que cuando andan con las calenturas de campaña nos prometen un país mejor pero pues luego Yo me pregunto: ¿Con esa jotería legislativa cómo?