miércoles, 15 de mayo de 2019

ANIMALISTAS: MÁS PAPISTAS QUE EL PAPA

La gente está muy loca. Esto de darle derechos a todo el mundo nos está haciendo una generación de maricones y chillonetas escandalosas, y si no, nomás dígame si esto está bien:

Ser animalista es muy loable cuando se sabe ser; pero lamentablemente los que aquí en Vallarta se dicen "animalistas" o se decantan por la defensa de los animales de cualquier forma, se han lanzado al ruedo adoptando, más que causas justas para la animalada, necedades estúpidas que rayan en la insensatez. Primero andaban con cámaras de video por todas partes; se sentían la "patrulla verde" y subían foto y video a las redes, quemando gente que dejaba animales en la calle sin conocer la situación y queriendo obligarnos (como ellos lo hacen) a adoptar cualquier cachorro corriente y callejero nomás porque se nos había metido a la casa. Ahora bien; si ellos quieren adoptar mil perros están en su derecho, pero lo que no es justo ni podría entrar en ninguna cabeza sana, es que quieran que todos hagamos lo mismo. Aunque todavía chillan en las redes porque nadie quiere adoptarles los animales que recogen, como que ya van entendiendo que no todos tenemos su "vocación"; pero ahora andan con otra de sus absurdas tendencias. ¿Cuál es? Pues resulta que ya nadie puede tronar un cohete o hacer un ruido fuerte porque esta gente tonta se enoja, alegando que sus perros y gatos "se asustan". ¿Y nomás por eso vamos a dejar de ser el país alegre que siempre hemos sido?

Amable lector, los ruidos fuertes, los cohetes y fuegos pirotécnicos durante las fiestas patrias y la navidad siempre han sido parte de nuestra folclórica forma de celebrar y también siempre ha habido perros y gatos que lo aguanten. Cierto que se espantan; pero lo aguantan porque así debe ser. Son animales, se les debe respetar en cuanto a su integridad física, pero no podemos anteponer intereses que ellos no tienen, a los de una nación que siempre ha celebrado con bombos y platillos. Es como si usted, teniendo un niño chiquito en casa, no prendiera la licuadora porque Él se asusta; y así como los niños deben acostumbrarse a los ruidos normales de una casa, de igual modo los animales tienen que aprender a aguantar vara con los cohetes y ruidos fuertes. ¡No estoy diciendo nada fuera de lo científico! Los animales y los humanos (que también son animales aunque el intelectualoide no quiera aceptarlo), tienen la capacidad de adaptarse a las circunstancias que les imponga el ambiente en el que se mueven. Pero los animalistas, en sus estúpidos afanes de ser más cristianos que Cristo y más papistas que el Papa, viven chilloneando en las redes por los cohetes. ¿Y qué sigue? ¿Se manifestarán luego ante Dios por los truenos durante una tormenta? No me jodan.

Un verdadero animalista se preocuparía, y primero que nada, por darles a los animales personalidad jurídica; porque ya se los dije: Aunque haya leyes que los protejan, los animales siguen siendo cosas y no personas; y Yo con mis cosas, según la ley, puedo hacer lo que se me dé la regalada gana. El "Artículo 18" del CÓDIGO CIVIL DEL ESTADO DE JALISCO nos dice que: "Persona física es todo ser humano"; y el 19 establece que: "La  personalidad jurídica es uno de los atributos de la persona física, se  adquiere por el nacimiento viable y se extingue por la muerte, pero  desde el momento en que el ser humano es concebido, entra bajo la  protección de la ley y se le tiene por nacido para los efectos legales  que señala este Código". Pues bien; eso se dice del ser humano, pero  del animal no. De modo que esta, y no la de andar chillando por los cohetes, es su verdadera tarea.

Ahora les dejo un reto: Quiero escuchar a uno solo de esos que se dicen "animalistas" comenzar con este movimiento. ¿Quién dijo "Yo"?

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