viernes, 29 de junio de 2012

RETRATO DE LA DISCAPACIDAD EN MÉXICO

Se dice que no hay ayuda para las personas con discapacidad en MÉXICO. Y Yo digo: "Lo que no hay es voluntad". Pero no solo me refiero al gobierno y a sus instituciones, sino a las mismas personas que viven con discapacidad y que, lejos de buscar la dignidad, prefieren el dinero fácil. Un polémico tema que, si usted me sigue leyendo, me gustaría discutir el día de hoy.

 

Porque para la gran mayoría, ha sido muy fácil culpar a los gobernantes de no tener políticas sociales específicas para apoyarnos, pero soy testigo de que cuando hay alguno a quien se le prende el foco y que las ha ofrecido, es rechazado por este sector y para acabarla, sin fundamentos. El año pasado, una diputada jalisciense nos convocó a todos a participar en un foro que se llevó a cabo en el H. CONGRESO DEL ESTADO DE JALISCO, en el que debíamos presentar propuestas para mejorar las condiciones en las que la gran mayoría de personas con discapacidad vivimos. Según esto, las mejores y más urgentes serían incluidas en la agenda de trabajo de la COMISIÓN DE GRUPOS BULNERABLES, lo que para mí representaba una excelente oportunidad. A este foro asistirían asociaciones civiles de todo el estado, por lo que creí que sería enriquecedor aceptar la invitación. Así que, después de haber reunido a algunas personas ciegas que conozco y que también querían ir pero no tenían dinero, y de haberles consultado el asunto, Salió una lista de propuestas que me lancé a GUADALAJARA a exponer ante los señores diputados.

 

Mi decepción se presentó desde la primera de las intervenciones. Precisamente, la ORGANIZACIÓN DE CIEGOS DEL ESTADO DE JALISCO proponía, oiga usted, que se dieran más permisos para vender en las calles, que los oficiales de reglamentos no quitaran a aquellos que piden dinero en las esquinas y que se obligara a los choferes del transporte público a permitir que las personas ciegas subieran a pedir y vender como en la calle. Después, vinieron más y más intervenciones, algunas buenas lo reconozco, pero la gran mayoría del tipo que le acabo de describir. Y entonces pensé: ¿Y la vivienda? ¿Y la igualdad de oportunidades laborales? ¿Qué de la accesibilidad a los edificios públicos? ¿De la seguridad social? Y… ¿Qué estoy haciendo Yo aquí?

 

Incluso presentarle un resumen de lo que fue el evento sería tan aburrido… Me bastaría con decir que todo fue quejarse, lloriquear y dar de manotazos por no poder ejercer la mendicidad libremente. Terminó el foro y salí de allí, con mis propuestas por escrito y recibidas por la diputada, pero sabiendo que nada se haría. ¿Sabe por qué? Porque, además de la falta de voluntad que existe por parte de los gobiernos, también está la falta de voluntad por parte de una gran mayoría del sector. De modo que, quienes realmente buscamos un trato más digno, somos minoría y por tanto, me dije a mí mismo que nunca participaría en otro evento de estos, ni pertenecería a ninguna asociación de personas con discapacidad. ¿Por qué? Muy sencillo: Porque en una democracia, no gana la inteligencia, sino las mayorías. Esas que, tan solo por ser licenciado, me han juzgado de "presumido" y "alzado" y que nunca dejarán la calle.

 

A un año de aquel foro, nada de lo bueno que se presentó ante los diputados ha sido hecho, pero cada día son más los ciegos, sordo mudos y paralíticos que pueden verse en la calle pidiendo, algunos hasta exigiendo como si fuera una obligación fiscal, una moneda por caridad. No sé usted, pero Yo, nomás no les doy un solo peso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario