viernes, 16 de noviembre de 2012

EL PELIGRO DE LA VIRTUD

Este fin de semana, en el que para acabarla tenemos esa jalada del gobierno y los empresarios llamada "El Buen Fin", dejemos la política un poco y demos paso a la reflexión. Hablemos de la virtud y sus peligros. Pero antes, advierto que este comentario, debe leerse con criterio y una mente muy abierta. Si no es así, no me hago responsable de la bilis que pudiera resultar de esta lectura.

 

Como decía, pues, la virtud tiene sus peligros. Sí amable lector, así como lo lee. La virtud tiene también sus peligros y es que, todo es bueno en su lugar; pero fuera de Él, aún lo bueno es malo y hasta perverso. Y es que, Yo siempre he sido muy criticado por algunos fanáticos cristianos que, no entendiendo este importantísimo precepto, se enojan cuando le digo "ratero" al ratero, tan solo porque este ratero también dice "amén aleluya" y va a la iglesia los domingos. La cuestión es tan simple como esto: Imagínense ustedes el agua. Puesta en su lugar, es decir en la tarja, en el vaso para beberla o incluso en los ríos y arroyos, es buenísima porque calma la sed, sirve para lavar y para lavarnos. Bien, ahora imagínesela en la sala de su casa inundando todo y arruinando los muebles. ¿Será igual de buena? Es lo mismo que si un ladrón entrara a la casa a matar, robar y violar a su esposa o a sus hijas, y usted, basado en que hay qué bendecir al que nos maldice y en que no hay qué responder mal por mal, se pone a orar y decirles a los maleantes: "Yo los bendigo en el nombre de CRISTO JESÚS". Créame que, por más que esos cobardes y maricas fanáticos religiosos digan que eso es lo que hay qué hacer, la verdad es que ahí, el deber cristiano es pelear por la familia, y matar o morirnos en la raya. Y sí… ¡Dije matar!

 

Pues bien, el asunto de los señalamientos que hago en mi columna contra algunos que se dicen cristianos, es exactamente igual. Yo siempre le voy a decir al ratero ratero, y no me voy a detener jamás, tan solo porque el aludido se diga cristiano y asista a la misma iglesia que Yo. Que si el aludido es amigo de alguno importante en la iglesia, que si a ciertas hermanitas (o a sus maridos) les molesta, que si esto involucra directamente a la iglesia (que no tendría por qué ser así a menos que alguno de los pastores se lo tomara de esa manera), pues ni modo. Las cosas como son. El enojo de ellos se debe a la virtud fuera de lugar. En este caso, nos referimos a la bondad y a la misericordia, que llevadas al extremo, o puestas fuera de todo contexto cristiano, son igual o peor que unos tacos de carnitas a las diez de la noche. Si lo quieren entender entiéndanlo, y si no, pues no lo entiendan. ¡Si supieran lo que a mí me preocupa!

 

Aquí la idea de todo esto es que, cualquier virtud, incluso la pureza, que sea puesta fuera de su lugar, es dañina, maléfica, y terriblemente perversa. La misericordia y la tolerancia en exceso, hacen irresponsables y encajosos. La pureza en exceso, hace religiosos moralistas y acusadores, piedras de tropiezo en muchas iglesias. La bondad en exceso, hace y hasta perfecciona hijos, y no de DIOS precisamente. Es, más bien, otro tipo de hijos que usted y Yo conocemos perfectamente. El que así se conduce, haciendo y protegiendo hijos de mala madre en vez de hacer hijos de DIOS, y todavía reprendiendo a quienes sí tenemos los huevos bien puestos para publicar sus marranadas, no puede ni debe llamarse cristiano.

 

TIRO DE GRACIA

 

Hay diablos que los domingos se comportan, van a la iglesia, dicen amén y tienen su reputación. También los hay más conocidos y menos hipócritas, que prefieren ser como quieren ser y presentarse ante DIOS tal como son. ¿Cuál peca más?

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