miércoles, 19 de febrero de 2020

¡OPORTUNISMO FEMINISTA!

Fátima no debió morir. Ni Ella, ni ningún otro niño que haya muerto por maltrato físico, extracción de órganos vitales o cualquier otra forma de violencia. En eso estoy de acuerdo; pero lo que como ciudadano me molesta, es que las feministas estén llevando agua a su molino con la tragedia

 

En estos días, y precisamente a causa del lamentable suceso, he leído comentarios tan tontos como este: "A Fátima la mataron por ser niña". Digo que es un comentario tonto, porque nomás póngase a pensar: ¿Y si en vez de Fátima estuviéramos hablando de un Pedro o un Juan? ¿Cómo le llamaríamos a esto siguiendo el criterio de la generación de idiotas en la que vivimos? No digo que el asesinato de la niña Fátima no indigne; pero sí que antes de salir a protestar gritando que "fue un feminicidio", debemos escuchar a todas las voces. Precisamente leía Yo el día de ayer que "El Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia de la Ciudad de México (DIF-CdMx) informó que en noviembre de 2015 abrió un expediente por descuido y maltrato emocional hacia un niño y dos niñas, una de ellas Fátima, que en ese entonces tenía dos años de edad. A través de un comunicado, la dependencia indicó que en esa fecha un trabajador social del DIF capitalino acudió al domicilio donde localizó a la madre de la menor, quien informó que estaba siendo atendida por una trabajadora social del DIF nacional." Y también dice que "En julio de 2017, se recibió una llamada telefónica en el DIF de la tía de Fátima, quien acusaba descuido y negligencia por parte de la madre y el padrastro". ¿Será esto cierto? Yo no sé; pero sí entiendo que hay que tomarlo en cuenta y seguir una línea de investigación orientada a esa posibilidad.

 

¡Ese es el punto! Que lejos de juzgar a la ligera, pensemos desde dónde viene el problema; porque podría ser que el asunto dé un giro de 180 grados en los próximos días. ¿Por qué? Porque todo puede suceder en este mundo de locos. Tal vez haya sido la misma familia la que acabó con la vida de la menor; recuerden que según el periódico Milenio, "las autoridades escolares de la primaria Enrique Rébsamen, donde estudiaba Fátima, la dejaron ir con una mujer que no era su madre porque la niña la reconoció". Eso quizá sea cierto, o quizá no, por lo que además, también habría que investigar a la escuela porque, como bien sabemos, no basta con que un niño nos reconozca para poder sacarlo de un plantel educativo. Si fuera tan fácil, los papás no batallarían tanto para llevarse a sus hijos cuando hay pleito por la Custodia o la Patria Potestad de uno de ellos. De modo que el asunto tiene muchos cabos sueltos y para poder saber lo que ha sucedido, será necesario integrar una investigación muy completa, no con suposiciones de chairos y feministas; sino con pruebas.

 

Pero para rematar como me gusta, y volviendo al asunto de quienes aseguran que esto fue un feminicidio: ¿Cómo podemos calificar este exabrupto viejeril? ¿Oportunismo feminista? ¿Feminismo oportunista? ¡Qué más da! Aquí, como siempre, hay gente aprovechando la muy lamentable tragedia para soliviantar a las ya de por sí locas y embravecidas feministas a las que, si no las paramos, si no les reprimimos aunque sea a garrotazo limpio esos accesos de violencia y esos resentimientos sociales que cargan, se convertirán en el nuevo monstruo de los gobiernos y cuando se den cuenta ya no podrán hacer nada. Digan que se los dijo un loco.

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