viernes, 11 de mayo de 2012

RESPUESTA A UNA MADRE DESESPERADA

Hoy recibo un correo de una señora cuyo nombre no desea que se revele, en el que me pregunta lo siguiente:

“Sr. Bastonazo; leí su artículo y me hizo llorar. Ayer me peleé con mi hija de 16 años y se fue de la casa. No le gustó que le pusiera reglas sobre los días y horas en que debe ver al noviecillo que trae y agarró sus chivitas y se fue. Sé dónde está, pero no quiero ir por ella. Yo he leído que es concejero familiar y quisiera preguntarle qué puedo hacer”.

ESTO SE RESUELVE CON HUEVOS

Bien amiga, si me hubiera consultado como abogado, le diría que se hiciera acompañar de una patrulla y fuera por Ella a donde está para que la trajeran a la fuerza. Pero ahí no hay lección. Al contrario, a los días, se la vuelve a aplicar y se vuelve a ir. Pero usted me ha consultado como consejero familiar y le diré lo que Yo haría en su lugar. Usted valórelo:

Sabemos perfectamente bien que, el muerto y el arrimado, a los tres días apestan. Seguramente su hija, estará dos o cuando mucho tres días con alguna amiga, luego otros tantos con otra y así, hasta que se le acaben los lugares. Entonces vuelve porque vuelve. Es fácil saberlo porque ahora, ya no tendrá a dónde ir y nadie querrá contratarla en alguna empresa. Aún en el supuesto de que la contrataran… ¿Cuánto cree que le pagarán? Al menos no lo suficiente para mantenerse, por lo que no le quedará salida excepto volver a casa y es ahí, cuando la muchacha esté dócil a causa de haber conocido lo que es estar fuera Y SIN APOYO, DONDE usted podrá poner sus reglas. “Sí, te acepto en mi casa de nuevo, solo que aquí, como ya bien sabes, las reglas son…” Y comienza a leerle la cartilla.

Debo señalarle, sin embargo, que este comportamiento suyo de aparente indiferencia, solo aplica en el caso de que usted sepa de muy buena fuente que la muchacha está bien. Es decir, que no se encuentre en peligro o en manos de gente que la induzca a las drogas, a la prostitución o a cometer algún delito. Si es así… ¡Aplique la ley de inmediato aunque tenga qué traérsela a la fuerza!

Seguramente algunos de los lectores me dirán: “¿Pero te das cuenta de lo que estás aconsejando?” ¡Claro que sí! Porque en mi opinión, si el hombre no aprende de las enseñanzas, ya no le queda otra más que sufrir las consecuencias. ¡Así aprende porque aprende! Cien por ciento garantizado. Las lecciones más grandes, se aprenden con los golpes que nos da la vida. Deje a su hija sentir un poquito de la dureza del mundo y verá lo pronto que vuelve y se somete voluntariamente. Diga que se lo dice un loco, pero cálele y verá. Gracias por su confianza.

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