miércoles, 10 de agosto de 2011

¿Y A USTED CON QUÉ LO ASUSTAN?

Yo me acuerdo que una vez, mi abuelita me contó que cuando en su rancho alguien mencionaba al diablo, este se aparecía diciendo: “Aquí estoy. ¿Me hablabas?” También una vez un amigo se enojó conmigo, porque me reí de muy buena gana, cuando me contó: “Allá en el Colomo, el diablo se aparece por la calle, cantando la de y volver volver…” Más se enojó todavía, cuando muerto de la risa, le dije: “Hombre… ¡Pues regálale un disco de Vicente Fernández!” Pensando en eso y leyendo un poco, me puse a meditar en lo que asusta a los mexicanos, en comparación con lo que asusta a otras culturas. Por ejemplo: Mientras en Europa y los Estados Unidos el terror consiste en monstruos y vampiros como los de Edgar Allan Poe, Bram Stoker o Lovecraft (todos ellos novelistas de terror) aquí nos asustamos cuando vemos La Maldición De La Llorona o nuestra abuelita nos describe al diablillo raso de cola y cuernos, vestido de rojo. Tal vez por eso el gobierno logró asustar a media nación con el cuento del Chupa Cabras.

Y es que fue parte de la herencia de los españoles de entonces. Porque, Yo no sé si los Mexicas creían en el regreso de los muertos, pero en cambio sí sé que en el Archivo General De La Nación, hay muchos antecedentes de lo que según esto, sucedió en México en cuanto a supuestas apariciones cuando los españoles estaban aquí. Por eso estoy seguro de que ese temor, que muchos todavía tienen, nos vino de España. Pero los gringos, por más que se digan más inteligentes que nosotros, son peores (piores dijera el indio) porque… ¡Adivine con qué los asusta su gobierno! Pues no me lo va usted a creer pero los asusta con… ¡Extraterrestres! ¡Sí de veras! No suceda algún escándalo que involucre al gobierno, porque así como Jacobo y TELEVISA se prestaron a lo del mentado Chupa Cabras, así los medios allá se prestan para sacar supuestos videos de la NAZA, en los que se asegura, se vieron presencias alienígenas en cierto lugar. Y por supuesto, ahí tiene a los gringos con los calzones abajo, temblando de miedo y hablando de eso todo el santo día.

En México se quiso implementar la misma estrategia y le hablaron a Jaime Mausán: “¡Jaime!” “Dígame señor Presidente…” “Pues que dice papá gobierno (el de Estados Unidos) que tenemos qué asustar a nuestra gente con marcianos mano. Ya hablé con Emilio y le dije que te dé un espacio en la tele así que… ¡Te me vas a armar el teatrito y mucho cuidado!” Y ahí va Maussán, a armar un programa que hasta la fecha, no asusta ni al perro. Y viendo esto, el presidente lo mandó a la jodida (aunque lo dejó con su programa y su fama porque ya no puede desmentirlo) y en su lugar, trajo a Carlos Trejo. “¡Carlitos mijo!” “Dígame usted presidente”. “Pues ya que la indiada no se asusta con marcianos ahora tú dales fantasmas. Mira... ¡Vamos a llevar el concepto de LA MANO PELUDA a la televisión! ¡Esa no falla Carlitos! Es parte de la cultura”.

Y fue tanto el éxito de “Carlitos”, que ahora, otras televisoras también tienen programas de fantasmas. Todos ellos tienen qué ver con el regreso de los muertos porque es lo que asusta al mexicano. Que si en aquel parque de diversiones se mueve una estatua es porque ahí mataron a una señora; que si una muñeca se mueve sola es porque tiene el espíritu de la abuelita de no sé quién y el chiste es que todo es regreso de los muertos. Y mientras tanto, el verdadero terror, el que es peor que los vampiros Drácula de Stoker y Carmilla de Le Fanu, es más, el que es peor que cualquiera de los monstruos europeos y estadounidenses, ese sigue agazapado como los lobos asechando al pueblo. Terror que debemos seguir temiendo, pues siempre existe la posibilidad de que detrás de nosotros, aparezca un mal gobernante para asestarnos una puñalada por la espalda. Y como dicen los adolescentes de hoy: “¡Tengo miedo!”

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